Una rápida mirada a las transformaciones en China

Los cambios que han tenido lugar en China no pueden pasar desapercibidos por nadie. En apenas treinta años el país asiático pasó de la hambruna a ser una de las primeras economías del mundo. Si bien el proceso ha sido arrollador son evidentes también aspectos negativos, que en el caso de nuestro país debemos evitar.¿Bajo qué condiciones se encontraba China en el momento de comenzar las reformas?Las reformas en China comienzan en 1978 después de dos grandes descalabros, el primero “El gran salto adelante” en el período de 1958 a 1962 y el segundo “La revolución cultural” ocurrida de 1966 a 1976, ambos liderados por Mao Zedong y llevando al país a condiciones de crisis extremas. Durante el primero, murieron treinta millones de personas debido a la hambruna provocada por políticas agrícolas desastrosas [1]. En el segundo, la economía sufrió grandemente pues una vez más la ideología, la agitación de las masas y la lucha de clases, constituyó el centro de las transformaciones económicas-sociales [2].

En 1978 la renta per cápita representaba solo el 10% del de la URSS y 2% del de los EU. Se admitía que alrededor de 100 millones de personas no disponían de los alimentos necesarios; viviendo al borde del hambre [2]. Escenario que sin dudas debilitaba los viejos dogmas marxistas.

Después de la muerte de Mao renació en el liderazgo Deng Xiaoping, quien había sido previamente purgado durante la revolución cultural acusándosele de pro capitalista. En esta ocasión seria él quien impulsaría un proceso de descentralización y transformaciones en el sector económico, manteniendo intacto el aparato político. Dicho proceso tenía como objetivo dar más poder y autonomía a las provincias sin tener que depender en la toma de decisiones del poder central en Beijín.

Resultó muy significativo el lema que regía a este proceso de renovación: “Ser rico es glorioso”

El proceso de descentralización creó las bases para las futuras transformaciones que iría adoptando el gobierno chino. En la agricultura se introdujeron nuevos cambios, los campesinos debían entregar una cuota al gobierno y el resto podían comercializarlo bajo un régimen de libre mercado. La cuota a entregar fue disminuyendo de 91% en 1978 a solo 5% en 1993 [3]. Este nuevo régimen se extendió a la industria de producción de bienes en 1984 y es conocido como doble vía o doble carril.

¿En qué consistía esencialmente este sistema?

1) Abrir los mecanismos de libre mercado a la vez de mantener la distribución estatal a bajos precios.
2) Ir incrementando los precios del mercado estatal hasta que alcanzaran los precios fijados por el mercado libre.

Los nuevos programas no solo abarcaron al sector de precios, sino que también tocó el importante tema de la propiedad. Aparecieron las empresas privadas y semiprivadas, las industrias rurales privadas y también sociedades de inversión. Las comunas colectivas fueron reemplazadas por las granjas privadas familiares.

En la industria las transformaciones arrancaron por el petróleo en 1981, para luego expandirse a todo el sector en 1984. Las medidas imitaban el modelo puesto en marcha en la agricultura permitiendo que el excedente de la producción fuera comercializado dentro del régimen de oferta y demanda. También fueron creadas algunas empresas que pasaron a ser propiedad de los gobiernos locales.

Otra estrategia con gran impacto fue la apertura en 1980 de cuatro zonas económicas especiales. ¿En qué consistían las zonas especiales? Estas regiones tenían la autonomía de realizar sus propios programas de desarrollos. Los gobiernos locales podían decidir en cuanto a inversiones y coordinar directamente con las industrias. En estas zonas existieron políticas fiscales preferenciales, así como mayores facilidades para la importación y exportación. También se permitió el libre flujo de capitales.

Es de vital importancia señalar el papel jugado por los chinos de la diáspora en las nuevas transformaciones, desde 1979 hasta 1994 ellos invirtieron 82,300 millones de dólares. Del total de la inversión extranjera el 67.5% fue de Hong Kong, Macao y Taiwán. Además de recibir una fuerte inyección de aquellos que residían en USA y Japón [1].

Son muy significativos los valores de crecimiento de algunas zonas especiales comparado con la media nacional.
Nacional Guangdong Fujian Zhejiang Jiangsu Shandong
Crecimiento PNB 9.3% 19.7% 17.3% 18.9% 16.4% 16.3%
Fuente: Growing into the market: China 1978-1979 (1994)

Otro ejemplo que ilustra el ritmo de desarrollo en estas zonas especiales es el de la provincia de Shenzhen. Según el “Yearbook of China’s” en 1979 esta provincia constaba con solo 224 pequeñas factorías sin embargo en 1989 ya existían 6470 compañías. Después de comprobar con datos tan fehacientes el éxito de la liberalización del mercado, el gobierno chino decidió extender a todo el país muchas de estas nuevas políticas.

La próxima gráfica nos muestra como se ha comportado el Producto Interno Bruto o PIB per cápita antes y después de las reformas. En 1971 era de 114 USD dólares al año mientras en el 2008 era de 3292 USD dólares, es decir casi 30 veces más.Fuente: OECD

Uno de los puntos débiles de la política de doble carril ha sido la corrupción. El año 1989 quedó marcado por la protesta de Tiananmen, la cual tuvo como detonante los niveles de corrupción. La revuelta fue brutalmente aplastada por el ejército sin que se tenga una cifra exacta del número de muertos.

Uno de los problemas más urgentes que afectan a China es la falta de transparencia y el tráfico de influencia, así como la ausencia de derechos laborales. Estas son algunas de las razones por la que cada año se producen más de 100,000 protestas principalmente en zonas rurales. Otro aspecto de gran preocupación es el ambiental; el país asiático tiene el triste record de poseer veinte de las treinta ciudades más contaminadas del planeta.

Las transformaciones realizadas en China terminaron con un período de descalabros económicos donde la ideología era lo primordial, aun a costa de los serios daños que ocasionaba al desarrollo de la nación. Si bien las nuevas políticas han logrado sacar de la pobreza a decenas de millones de chinos es evidente que existen múltiples retos a superar en el futuro inmediato.

No son pocos los retos que este gigante enfrentará en los próximos años, entre ellos está el de aumentar el consumo interno, establecer una política monetaria más flexible, así como implementar nuevas medidas democráticas en la arena política. En esta última se hace necesario garantizar el funcionamiento de un estado de derecho que respete plenamente las libertades individuales no solo en el sector económico.

Como conclusión creo que hay cuatro puntos muy importantes:
1) La necesidad de establecer un sistema legal transparente y efectivo, que garantice plenamente los derechos del individuo.
2) La importancia que juega el mercado como agente revitalizador de la economía.
3) El papel que puede jugar la diáspora como parte activa de la renovación del país.
4) Entrar en el proceso de globalización no es una posibilidad sino una necesidad para toda nación que desea participar del desarrollo.

El caso de China es muy amplio y requiere de análisis más extensos para cubrirlo a cabalidad. Sin embargo, la idea de estos comentarios es dar una panorámica de diferentes procesos de transformaciones del que podemos tomar importantes lecciones.
Nuestro país posee potencial suficiente para entrar en forma activa a la dinámica del siglo XXI. Esa dinámica marcada por la información, la tecnología y el conocimiento como importantes motores que impulsan las economías más prosperas del planeta. Resulta cuando menos imprudente que desaprovechemos nuestro talento.

Bibliografía.
1) Woo W, Fan G, Cao Y. “Chinese economic reforms: Past successes and future challenges”
2) Díaz Vázquez J. “La modernización económica de China: ¿otra herejía?”
3) Growing into the market: China 1978-1979 (1994)