FORA – Estado de SATS https://www.estadodesats.com Estado de SATS, donde confluyen arte y pensamiento Mon, 30 Sep 2019 03:22:43 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.5.2 https://www.estadodesats.com/wp-content/uploads/2020/09/cropped-sats-2-32x32.png FORA – Estado de SATS https://www.estadodesats.com 32 32 Apuntes para la transición https://www.estadodesats.com/apuntes-para-la-transicion/ https://www.estadodesats.com/apuntes-para-la-transicion/#comments Mon, 29 Jul 2013 06:40:56 +0000 https://estadodesats.com/apuntes-para-la-transicion ...Leer más]]> Antonio G. Rodiles y Alexis Jardines

El panorama político de la isla se ha dinamizado en los últimos tiempos. En la arena internacional el hecho de mayor impacto es sin dudas la muerte de Hugo Chávez y su sucesión materializada en Nicolás Maduro, un hombre con muy pocas herramientas políticas, que a pesar de muchos pronósticos ha logrado, por ahora, mantener cierto equilibrio. Sin embargo, la difícil situación económica por la que atraviesa Cuba y el incierto escenario chavista, hacen que el totalitarismo cubano evite apostar todas sus cartas a Venezuela.

Para la elite en el poder el tiempo, como parte de la ecuación política, se convierte en la variable más importante. El relanzamiento de su posición en la arena internacional, pasa a ser parte de sus prioridades. Mostrar un nuevo momento en las relaciones con Europa y Estados Unidos se vuelve vital en la búsqueda de nuevos socios económicos y políticos que le brinden estabilidad y legitimidad.

Hacia el interior de la isla las transformaciones en el sector económico no generan una nueva impronta dado los años de estatismo acumulado, la descapitalización y la precaria situación de múltiples sectores. Un proceso de verdaderas reformas implicaría acciones más profundas que dinamicen una realidad que ya se anuncia como desastre social, reconocido incluso por Raúl Castro en su última intervención. Pero el miedo a perder el control se convierte en obsesión y principal obstáculo.

La posibilidad de viajar de algunos opositores representa en este sentido, el paso más audaz que ha dado la elite en el poder, una clara apuesta a mejorar su imagen al exterior y sacudirse el estigma de la falta de libertad de movimiento. Es muy probable que esta movida este manejada bajo el presupuesto de que algunos tragos amargos no serán más que eso, que la realidad seguirá metida en su habitual camisa de fuerza, porque los opositores no pasaremos del nivel mediático y al regresar a Cuba, el control absoluto de la Seguridad del Estado y la falta de articulación social, mantendrán todo en su lugar.

Ante este escenario algunas preguntas se hacen necesarias: ¿Está la sociedad cubana en condiciones de pujar por mayores espacios de libertad e independencia? ¿Puede la oposición capitalizar políticamente estos viajes? Entiéndase por capitalizar nuestra capacidad de articularnos y proyectarnos dentro y fuera de la isla como fuerzas prodemocráticas con un peso cívico o político en cada caso. Proyección que nos permita también terminar con el nefasto juego de gato y ratón con el que la seguridad del Estado, como brazo del sistema, nos ha mantenido ineficientemente ocupados. Se vuelve entonces imprescindible madurar como oposición y sociedad civil, lograr expandir las grietas de un sistema agotado que sostiene el control y el ejercicio de la violencia de Estado como elementos de contención social.

La experiencia de múltiples transiciones muestra la importancia de comprender el momento del cambio como un paso dentro del proceso de reconstrucción nacional, visto como un punto de inflexión no discontinuo. En un escenario extremo como el que enfrentamos, una transición exitosa implicará necesariamente la activa participación de capital humano preparado, con un fuerte compromiso social y una clara visión de la nación que desea construir.
Sin un tejido social que represente cuando menos un micro cosmos, del meso y macro cosmos que visualizamos, será muy difícil edificar una democracia funcional. Los ejemplos fallidos son abundantes y resulta irresponsable omitirlos. La conocida “primavera árabe” devenida “invierno” es el caso más reciente que muestra que la instauración de un sistema político necesita un proceso de maduración y articulación de su sociedad civil. Imaginar el cambio y la reconstrucción de un país roto, fragmentado, no solo en el aspecto físico sino también en su dinámica social e individual, resulta ejercicio primordial si pretendemos la construcción de una democracia que contenga los ingredientes de toda nación moderna.

Como oposición debemos romper con paradigmas que impliquen regresión y copia de lo que se ha vivido, en el que símbolos gloriosos, épicos y personalismos juegan un papel significativo. Un imaginario que cifra demasiadas esperanzas en una “chispa” expansiva y que suele aplazar un trabajo efectivo con vistas al mediano y largo plazo.

Sería saludable igualmente reajustar una idea que ha dominado nuestras mentes durante más de medio siglo postrepublicano: la anhelada unidad de la oposición como única vía de presión efectiva para promover el cambio. Consideramos que el protagonismo principal de la transición debe recaer sobre la sociedad civil, mientras la oposición, como actor político, con un discurso y una acción coherente debe pujar porque su representatividad tenga el alcance y penetración necesaria.

El viejo Hegel llevaba razón al afirmar que “todo lo que un día fue revolucionario se vuelve conservador”. Las palabras pierden su sentido original y se resemantizan al cambiar el contexto que las alimentó y sostuvo, tan es así que la propia lógica de las revoluciones se vuelve en su contra.

El acto verdaderamente revolucionario es un gesto brusco, un momento de ruptura que trastoca el orden establecido. Las revoluciones todas, incluyendo las científicas, están diseñadas para transformar, socavar las bases del modelo o paradigma anterior y, de esa manera, echarlo abajo.

Entonces, lo novedoso en nuestros días es entender esa posible brusquedad como un instante dentro de un proceso, que debe estar permeado de los ingredientes que conforman las sociedades modernas, el conocimiento, la información, el pensamiento, el arte, la tecnología. La revolución es un momento de la evolución, pero no a la inversa.

En la segunda década del presente siglo no podemos pensar en ningún proceso social sin tomar en cuenta el carácter transnacional de los mismos. En nuestro caso sería imposible analizar un tránsito a la democracia y un proceso de reconstrucción sin involucrar a la diáspora y al exilio con sus actores políticos. Si bien ellos no están anclados en la cotidianeidad de la isla son elementos vivos de la nación y como tal gravitan en ella. En eso el cubano de a pie no se equivoca. En el imaginario del cubano una parte importante de la solución de nuestros problemas está en Miami (como genéricamente se define a la diáspora). La visión moderna de las sociedades contemporáneas debe llegar y componerse en gran medida a través de una constante retroalimentación entre la isla y su diáspora. La oposición y el exilio deben ser, justamente, la bisagra que haga posible tal articulación.

Y este es, a nuestro modo de ver, el otro elemento que terminaría encuadrando el escenario cubano: cómo se imbrica en lo adelante la oposición con una sociedad civil transnacional de tal modo que la lógica binaria de lo interno y lo externo, de las figuras del “cubano de adentro” y del “cubano de afuera” llegue a su fin, para lo cual no es suficiente con reconocer, en un plano discursivo (como también lo hace el régimen) que no hay diferencias entre nosotros; que somos iguales, etc. Es algo más: somos un solo e indivisible cubano y ese único cubano debe tener su derecho a ejercer el voto y a influir en el presente y el futuro político de su país no importa en qué lugar del planeta se encuentre o resida, se trata, para la oposición y el propio exilio, no solo de un problema político, sino conceptual.

Como actores políticos debemos mostrar que somos una opción de gobernabilidad, exponer el capital humano del que disponemos, la capacidad que poseemos de generar un entramado político y jurídico capaz de llenar el posible vacío que dejaría la nomenclatura unipartidista. Demostrar que podríamos garantizar la seguridad no solo para el país sino para toda la región y por último, aunque no menos importante, la capacidad para rebasar las campañas de los castristas en eventuales elecciones libres.

Este seria, quizás, el escenario más deseable en términos de expansión de la sociedad civil transnacional y del correlativo constreñimiento del Estado totalitario. Estemos, pues, alertas para no confundir sucesión con transición; aprendamos a vernos y sentirnos como cubanos a secas y exijamos nuestros plenos derechos civiles y políticos, económicos, sociales y culturales como aparecen reflejados en ambos pactos de la ONU. Admitamos que para la transición es tan necesario el capital humano disperso por las instituciones del Estado como las habilidades, el conocimiento y capital financiero de aquellos que han tenido que crecer lejos ―aunque no fuera― de su patria.

El problema de la nación cubana es hoy el problema de la transición y la reconstrucción democrática, proceso que será posible solo si se involucra al mayor número de cubanos vivan donde vivan. No decimos que la patria es de todos, lo cual es una declaración de jure; decimos que todos, juntos, hacemos la nación cubana, lo cual es ya una declaración de facto.

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FORA: Cuba contexto actual https://www.estadodesats.com/fora-cuba-contexto-actual/ https://www.estadodesats.com/fora-cuba-contexto-actual/#respond Sat, 16 Mar 2013 00:05:28 +0000 https://estadodesats.com/fora-cuba-contexto-actual ...Leer más]]> Guillermo Coco Farinas, Jose Daniel Ferrer y Antonio G. Rodiles analizan en detalles importantes temas de la actualidad cubana como las relaciones Cuba-Venezuela, el embargo estadounidense a la isla y otros temas de vital importancia.

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FORA: Transición y violencia https://www.estadodesats.com/fora-transicion-y-violencia-2/ https://www.estadodesats.com/fora-transicion-y-violencia-2/#comments Wed, 19 Sep 2012 09:23:24 +0000 https://estadodesats.com/fora-transicion-y-violencia

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Análisis de la Declaración Universal de Derechos Humanos https://www.estadodesats.com/analisis-de-la-declaracion-universal-de-derechos-humanos/ https://www.estadodesats.com/analisis-de-la-declaracion-universal-de-derechos-humanos/#respond Thu, 10 May 2012 00:46:47 +0000 https://estadodesats.com/analisis-de-la-declaracion-universal-de-derechos-humanos Una revisión de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la violación de esos derechos fundamentales en Cuba.

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FORA: Derechos Humanos y Pactos https://www.estadodesats.com/fora-derechos-humanos-y-pactos/ https://www.estadodesats.com/fora-derechos-humanos-y-pactos/#respond Thu, 10 May 2012 00:32:20 +0000 https://estadodesats.com/fora-derechos-humanos-y-pactos Debate sobre los Drechos Humanos en Cuba y los Pactos de las Naciones Unidas.

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FORA: Visita de Benedicto XVI en contexto https://www.estadodesats.com/fora-visita-de-benedicto-xvi-en-contexto/ https://www.estadodesats.com/fora-visita-de-benedicto-xvi-en-contexto/#comments Thu, 19 Apr 2012 11:46:38 +0000 https://estadodesats.com/fora-visita-de-benedicto-xvi-en-contexto
Un análisis sobre la visita de Benedicto XVI y la labor de la jerarquía eclesiástica, implicaciones políticas y estrategias del gobierno cubano

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FORA: La visita de Benedicto XVI https://www.estadodesats.com/fora-la-visita-de-benedicto-xvi/ https://www.estadodesats.com/fora-la-visita-de-benedicto-xvi/#comments Sat, 24 Mar 2012 12:43:17 +0000 https://estadodesats.com/fora-la-visita-de-benedicto-xvi

Un análisis político de la visita del Papa Benedicto XVI dentro del contexto político que se vive en la isla.

 

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FORA: La sociedad civil https://www.estadodesats.com/fora-la-sociedad-civil/ https://www.estadodesats.com/fora-la-sociedad-civil/#comments Wed, 21 Mar 2012 17:45:42 +0000 https://estadodesats.com/fora-la-sociedad-civil
Les presentamos un debate sobre la sociedad civil en la serie Reconstrucción de la nación del Foro de Análisis.

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FORA: La visita de Dilma Rousseff https://www.estadodesats.com/fora-la-visita-de-dilma-rousseff/ https://www.estadodesats.com/fora-la-visita-de-dilma-rousseff/#comments Fri, 24 Feb 2012 01:35:55 +0000 https://estadodesats.com/fora-la-visita-de-dilma-rousseff

Un breve comentario sobre la visita de Dilma Rousseff

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FORA: La constitución del Estado. II Parte https://www.estadodesats.com/fora-la-constitucion-del-estado-ii-parte/ https://www.estadodesats.com/fora-la-constitucion-del-estado-ii-parte/#comments Wed, 22 Feb 2012 12:39:30 +0000 https://estadodesats.com/fora-la-constitucion-del-estado-ii-parte

En esta serie sobre la reconstrucción de la nación analizamos el tema del Estado. Les presentamos la II Parte.

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FORA: La constitución del Estado. I Parte https://www.estadodesats.com/fora-la-constitucion-del-estado-i-parte/ https://www.estadodesats.com/fora-la-constitucion-del-estado-i-parte/#comments Fri, 10 Feb 2012 01:56:31 +0000 https://estadodesats.com/fora-la-constitucion-del-estado-i-parte

En esta serie sobre la reconstrucción de la nación, analizamos el tema del Estado.

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FORA: Rolando Castañeda https://www.estadodesats.com/fora-rolando-castaneda/ https://www.estadodesats.com/fora-rolando-castaneda/#comments Fri, 27 Jan 2012 04:49:10 +0000 https://estadodesats.com/fora-rolando-castaneda
El economista Rolando Castañeda nos ofrece una rápida mirada sobre aspectos esenciales de la economía cubana actual.

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FORA: El estado actual de la nación. https://www.estadodesats.com/fora-el-estado-actual-de-la-nacion/ https://www.estadodesats.com/fora-el-estado-actual-de-la-nacion/#comments Mon, 23 Jan 2012 12:59:56 +0000 https://estadodesats.com/fora-el-estado-actual-de-la-nacion ...Leer más]]>
El Foro de Análisis ha comenzado una serie titulada “Reconstrucción de la nación”. En esta serie pretendemos, partiendo de un examen de la situación actual, discutir propuestas concretas que nos permitan comenzar a esbozar una Cuba futura.

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FORA sobre la propiedad. II Parte https://www.estadodesats.com/fora-sobre-la-propiedad-ii-parte/ https://www.estadodesats.com/fora-sobre-la-propiedad-ii-parte/#comments Thu, 29 Dec 2011 03:10:28 +0000 https://estadodesats.com/fora-sobre-la-propiedad-ii-parte

Les presentamos la segunda parte de la discusión sobre el tema de la propiedad y el proceso de privatización que se esta produciendo en nuestro país.

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FORA sobre la propiedad. I Parte https://www.estadodesats.com/fora-sobre-la-propiedad-i-parte/ https://www.estadodesats.com/fora-sobre-la-propiedad-i-parte/#comments Thu, 01 Dec 2011 13:27:54 +0000 https://estadodesats.com/fora-sobre-la-propiedad-i-parte ...Leer más]]> El Foro de Análisis (FORA) comienza una serie sobre el tema de la liberalización de la propiedad. Tocamos temas como las restituciones, compensaciones y otros.

En el siguiente artículo también pueden consultar un análisis sobre el tema.

Liberalización de las tierras ociosas y propiedades ruinosas: un paso necesario para iniciar un proceso de recuperación

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FORA y sus Fundamentos de DERECHO https://www.estadodesats.com/fora-y-sus-fundamentos-de-derecho/ https://www.estadodesats.com/fora-y-sus-fundamentos-de-derecho/#comments Thu, 17 Nov 2011 11:40:47 +0000 https://estadodesats.com/fora-y-sus-fundamentos-de-derecho ...Leer más]]> La Constitución vigente de la República de Cuba, expresa textualmente en su artículo tercero:

“En la República de Cuba la soberanía reside en el pueblo, del cual dimana todo el poder del Estado. Ese poder es ejercido directamente o por medio de las Asambleas del Poder Popular…”

De aquí quedan claros dos conceptos de relevante importancia para todos los ciudadanos del país, a saber:

1.Se reconoce como Soberano al pueblo de Cuba en general,
2.Admite que el poder soberano puede ser ejercitado directamente por el pueblo.

Esta formulación se aviene con la más ortodoxa doctrina constitucional contemporánea que reconoce al pueblo (que de ninguna manera constituye un bloque monolítico sino que constituye una integralidad múltiple de aspiraciones, criterios políticos, intereses y vocaciones diversas y muchas veces contradictorias) como el titular de la soberanía y que, además, acepta y fundamenta que éste delega ese poder al gobierno de turno mediante un Pacto Social.

El gobierno deviene así en representante a través de un poder delegado que mantiene sus raíces originarias en el soberano absoluto (el pueblo representado) y que será detentando por el gobierno (su representante) solamente en tanto en cuanto este último cumpla los acuerdos contraídos con el primero que ha aceptado someterse en obediencia, y que así será mientras los gobernados consientan a ello.

Cuando el gobierno, desconociendo los acuerdos a que llegara con el pueblo cuando en su día le fuera entregada constitucionalmente su representación, actúa de forma tal que viola flagrantemente los acuerdos aceptados por su parte, libera con ello de su compromiso de subordinación al pueblo y este, en su carácter de verdadero y supremo soberano, puede y debe retirarle su confianza y establecer otro Pacto Social con un nuevo representante.

Lo anterior pudiera reducirse a una frase mucho más compacta pero no menos omnicomprensiva por ello: El pueblo de Cuba tiene derecho a saber con, total transparencia, todo lo que se hace en su nombre por sus representantes, a cambiar, cuando lo entienda conveniente, los postulados constitucionales y, por supuesto, a retirar, bajo su potestad soberana, la representación otorgada a los actuales mandatarios.

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Foro de análisis (FORA) SATS: un acercamiento al presente y futuro de Cuba. https://www.estadodesats.com/foro-de-analisis-fora-sats-un-acercamiento-al-presente-y-futuro-de-cuba/ https://www.estadodesats.com/foro-de-analisis-fora-sats-un-acercamiento-al-presente-y-futuro-de-cuba/#comments Thu, 17 Nov 2011 11:37:00 +0000 https://estadodesats.com/foro-de-analisis-fora-sats-un-acercamiento-al-presente-y-futuro-de-cuba ...Leer más]]> Como parte del crecimiento de nuestro proyecto hemos creado una nueva sección que trabajará en la búsqueda y divulgación de propuestas y visiones con impacto directo en el presente y futuro de nuestra nación. A continuación les presentamos esta nueva iniciativa.

Foro de análisis (FORA) SATS: un acercamiento al presente y futuro de Cuba.

En la sociedad cubana se manifiestan tendencias con un marcado interés en la modernización, pluralización e inserción en el proceso globalizador. Como respuesta a esa presión, desde el Partido Comunista se propone un socialismo renovado y funcional, que es y será solo una quimera. FORA, participará de las tendencias modernizadoras y pluralistas de la sociedad, a partir de la gestión del conocimiento y el debate académico.

Que es FORA

FORA es un grupo análisis conformado por ciudadanos interesados en contribuir al estudio, debate, análisis y propuestas relativas al estado actual de la problemática nacional. Parte del criterio metodológico, basado en el concepto de complejidad, que caracteriza a las sociedades contemporáneas.
Objetivos.

1) Estudiar y contextualizar la realidad nacional, desde una perspectiva multidisciplinaria y plural.
2) Proponer a la sociedad en general, alternativas y variantes de desarrollo que contribuyan a la comprensión del problema nacional y permita instrumentar políticas públicas de desarrollo.
3) Creación de foros de debate, que viabilicen la modernización de la nación y su inserción en el proceso globalizador.
4) Propiciar el intercambio de ideas, enfoques y proyectos con otros centros y grupos de análisis y pensamiento, de dentro y fuera del país.

Visión

FORA se proyecta hacia la estabilidad de un centro de estudios y análisis estratégico capaz de generar acciones que influyan en las políticas.

Organización

Se constituye como un núcleo de cuatro personas, bajo la responsabilidad de un coordinador, que estructura el trabajo. El núcleo central, invitará a personalidades, intelectuales, grupos o centros de interés del ámbito nacional y extranjero a participar en sus debates y presentaciones.

Acciones

1.a Reuniones de análisis temáticos.
1.b Presentaciones de textos, estudios y materiales de interés común.
2.a Crear un sistema de comunicación que haga conocer los resultados de nuestras investigaciones o de otras de interés.
2.b Servir de plataforma a las informaciones que puedan incidir de manera progresiva en la instalación de políticas públicas favorables al desarrollo integral del país.
3.a Desarrollar paneles de discusión públicos e internos.
3.b. Aprovechar la diversidad de soportes tecnológicos para divulgar el pensamiento científico social.
3.c Invitar a los foros de debate a especialistas, personalidades, centros o grupos que lo enriquezcan.
4.a Establecer sistemas de cooperación y comunicación con centros y grupos académicos y docentes.
4.b Identificar y promover protocolos conjuntos con los anteriores.

Foro de Análisis
12 de noviembre de 2011

]]> https://www.estadodesats.com/foro-de-analisis-fora-sats-un-acercamiento-al-presente-y-futuro-de-cuba/feed/ 8 Cuba: marxismo y soberanía* https://www.estadodesats.com/cuba-marxismo-y-soberania/ https://www.estadodesats.com/cuba-marxismo-y-soberania/#respond Wed, 26 Oct 2011 21:29:02 +0000 https://estadodesats.com/cuba-marxismo-y-soberania ...Leer más]]> Empecemos por la obviedad: defender al individuo concreto —o, al menos, al ciudadano real de carne y hueso— por encima de las abstracciones y de los símbolos rituales es el único modo de preservarse de los nacionalismos patrioteros, las dictaduras clasistas y las ideologías totalitarias. Está claro que el reclamo mambí de una “Cuba libre” es insuficiente; también —y más bien— lo que necesitamos es un cubano libre. Ningún mérito histórico cabría esperar de una revolución que no trasciende el ideario de sus rebeldes ancestros, quedándose atascada durante medio siglo en la aparente solución de un problema —la soberanía nacional— que parece superado por las propias condiciones del mundo actual.

Por otra parte, la soberanía no es más que una expresión de libertad formal. El hecho de que todos seamos libres no significa todavía que lo sea cada uno de nosotros; el hecho de que una nación sea soberana no garantiza que lo sea cada uno de sus ciudadanos. La libertad real sólo se alcanza cuando se refiere e involucra a la persona en su integridad, ni siquiera a las facetas abstractas de su existencia. En otras palabras, incluso a nivel de individuo, libre sólo puede ser Juan Pérez y no sus representaciones como roles que él desempeña en la familia y en la sociedad (médico, cederista, militante, obrero, intelectual, militar, deportista, delegado y, también, ciudadano, entre otros) tan proclives todos a la manipulación y al control. Una realidad globalizada requiere de una mentalidad postnacional. Pensar en términos postcoloniales en un mundo postmoderno es algo que tiene más de quijotesco que de revolucionario. Así, el proyecto castro-marxista de una sola Revolución naufragó en medio del camino que conduce de la soberanía a la libertad.

En semejante contexto vale la pena reflexionar sobre la reforma de la enseñanza en Cuba. Pudiera decirse que a los Padres Fundadores (Caballero, Varela, Luz) los guió un sentimiento postcolonial. El mérito de estos grandes maestros no debe buscarse en la enseñanza de la filosofía, y mucho menos en la reforma de la filosofía, tarea para la cual no estaban capacitados. Su gran legado a la cultura nacional fue la reforma de la enseñanza, con especial atención a la filosofía. Una deliberada distorsión posterior los convirtió de maestros en filósofos, para articular una pseudo tradición de pensamiento filosófico cubano. Así, las tendencias positivistas de estos Padres Fundadores —que luego cristalizaron en Varona— se reinterpretaron “a la soviética”: los educadores se convirtieron en “demócratas revolucionarios” y fueron acoplados directamente al marxismo republicano tardío, con el propósito de inventar una tradición que legitimara la irrupción en la Cuba revolucionaria del marxismo soviético.

En lo que a la reforma de la enseñanza de la filosofía se refiere, desde el presbítero Varela no se ha retrocedido, pero tampoco se ha adelantado un paso. En nuestras universidades, la escolástica marxista sustituyó a la escolástica medieval y los brotes antimanualescos y antidogmáticos que hoy se observan no van más allá de las propuestas de Varela y de Luz en su época.

Probablemente, el rescate de la tradición reformista en la enseñanza no sea factible sin un criterio postnacional, donde la ideología marxista quede reducida a una simple opción. Por ahora, el marxismo mantiene la dimensión de pensamiento único y sigue determinando una educación doctrinal y apologética. Por eso el laicismo de nuestra educación es bastante sui géneris: no se gana mucho con separar la Iglesia del Estado si este último asume funciones de naturaleza religiosa.

Aprovecho la ocasión para advertir del peligro que puede representar a estas alturas las reacciones de los propios marxistas de corte estalinista contra el manualismo, el dogmatismo y otras posturas que entre ellos mismos germinaron. No promueven de tal modo más que una falsa imagen crítica, ya que su extemporaneidad es, en realidad, conservadora. Es curioso, en las instituciones cubanas se fomenta hoy una crítica que no sólo es orientada desde arriba, sino que responde a la realidad vivida en los años 70. El resultado es que la propia crítica enmascara la realidad presente, legitimando el status quo. Por eso, en lugar de cambios, yo he preferido hablar de maniobras raulistas.

Tampoco representa una solución real la conversión de los otrora marxistas soviéticos al “marxismo postmoderno”. El marxismo y el pensamiento postmoderno pueden llegar a coquetear pero, en el fondo, son incompatibles. Un marxismo postmoderno es una contradicción en los términos, pues la postmodernidad es, en buena medida, postmarxista. No se olvide que una de las dos condiciones de partida del pensamiento postmoderno es —según J-F Lyotard— la incredulidad con respecto al metarrelato de emancipación, es decir, al marxismo. Una buena parte de los académicos cubanos cree haber encontrado una solución al vacío retórico que dejó la extinción del marxismo soviético refugiándose en el marxismo occidental, antes vilipendiado por ellos mismos y acusado de revisionismo, siguiendo las directivas de Moscú. Semejante reciclaje de la escuela de Frankfurt los hace anclarse, en cambio, a una modernidad preglobalizada y con herramientas conceptuales obsoletas como pueden ser las del freudomarxismo.

¿Qué posibilidades puede tener todavía el marxismo dentro de la cultura cubana? Yo diría que hoy es un espectro, que irá languideciendo cada día un poco más. No veo que en las condiciones de la Cuba actual el marxismo pueda aportar algo culturalmente significativo, sino que actúa, antes bien, como un lastre. Pudiera afirmarse, parafraseando a Ortega, que lo que tiene de bueno el marxismo cubano es lo que tiene de cubano, no lo que tiene de marxista. Y no se tome esto como una manifestación de nacionalismo, sino como el reconocimiento que el marxismo no sólo es ajeno a nuestra cultura, sino que hasta nos impide comprender lo que sucede hoy a nivel planetario. Por consiguiente, nos las arreglamos mejor sin él. Se avecinan tiempos en que se volatilizará totalmente de nuestras vidas y de nuestras mentes, producto del rechazo natural que experimenta cualquier cuerpo social ante el pensamiento único, sobre todo cuando se trata de dosis tan altas y sostenidas.

Al mismo tiempo, no debemos confiar en que el marxismo sea tan sólo una ilusión sin porvenir. Hegel dejó bien claro que todo lo que es llevado hasta su extremo se transforma en su contrario. Cabe esperar que sea la magnitud del propio rechazo del marxismo la que genere su consiguiente añoranza en generaciones futuras. Dicho de otro modo, el total olvido, la prolongada ausencia y, sobre todo, la demonización a que seguramente se verá sometido, crearán las condiciones para que florezca de nuevo.

* Este texto es una adaptación de otro aparecido hace unos años en la revista Espacio Laical con el título “El porvenir de una ilusión”.

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¿El redescubrimiento de la cultura? https://www.estadodesats.com/%c2%bfel-redescubrimiento-de-la-cultura/ https://www.estadodesats.com/%c2%bfel-redescubrimiento-de-la-cultura/#comments Sat, 24 Sep 2011 06:43:09 +0000 https://estadodesats.com/%c2%bfel-redescubrimiento-de-la-cultura ...Leer más]]> Intervención de Alexis Jardines en el encuentro de Estado de Sats «Pluralidad ideológica y socialismo en la Cuba actual». (24. 09. 2011).

Gerardo Muñoz (Universidad de La Florida). En varias ocasiones el Prof. Jardines ha yuxtapuesto democracia y socialismo, apelando a la actualidad de la primera. En su última presentación en Estado de Sats, Jardines descartaba la posibilidad de una alternativa socialista, y recurría a palabras como pluralidad, libertad de expresión, derechos individuales, y democracia, para pensar el futuro político cubano. Pero estas palabras que denominan el statu quo neo-liberal de la mayor parte del mundo, ¿no están también hoy en crisis? Si bien el socialismo cubano, en su versión raulista, no es la solución, las experiencias de los 90s en América Latina, por ejemplo, explicitaron la crisis de los mercados y del modelo occidental de la democracia parlamentaria que se apropiaba por nuevos grupos oligárquicos. La pregunta entonces, es doble: Primero, ¿es cierto que no haya nada rescatable del comunismo ―entiéndase esta palabra como idea central de la política en tanto la vida en común― y hasta qué punto nuestra tarea no es justamente pensar conceptos y palabras que no intenten tomar prestadas realidades exteriores, sino que hagan posible un futuro otro de la nación?

Alexis jardines. Hay varias cosas implicadas en tu pregunta y, a mi parecer, solo dos modos de responderla. El primero es el común, que asumiría el reto de contraponer la democracia neoliberal al socialismo y fundamentar las ventajas de la primera sobre el segundo, atendiendo básicamente al tema económico y al de las libertades individuales, los derechos humanos, etc. Por supuesto que ello entrañaría la idea ―a contrapelo de lo que tú afirmas― de aprender de las experiencias ajenas y no desecharlas sin más. Estoy seguro que por esta vía también el socialismo saldría perdiendo ante las democracias liberales. Siguiendo tal razonamiento, te pudiera responder que, aun aceptando el punto de la crisis del modelo neoliberal para América Latina, debemos escoger, como aconseja el viejo adagio, “de los males, el menor”. En fin, que cualquier democracia, por defectuosa que sea, siempre será preferible al totalitarismo comunista.

Sin embargo, hay una segunda manera ―más profunda― de abordar el asunto y creo que no debemos tomar las cosas tan a la tremenda como para buscar refugio en el comunismo cada vez que asoma una crisis neoliberal. Ante todo, debe recordarse que en mi anterior presentación en Estado de Sats yo más bien evadí la contraposición socialismo/democracia, entendiendo el fenómeno de la democracia como la forma específica de gobierno en la modernidad. Allí decía que la democracia es un espectro en cuyos extremos se sitúan el totalitarismo y la democracia neoliberal. Todos los sistemas totalitarios, agregué, surgieron en condiciones de apoyo masivo casi fanático. Por si fuera poco, el colectivismo es el rasgo peculiar de todas las formas de totalitarismo. Por esta segunda vía que se abre en la respuesta a tu pregunta es que se puede abordar la idea que mencionas, relacionada con nuevos conceptos para la Cuba futura. Y esto sí que es un verdadero reto, ya que las ciencias sociales no cuentan con teoría alguna que pueda ayudar aquí. Ya me referí en mi pasada intervención al agotamiento de las teorías del final de la historia (o el fin de las ideologías) y del choque de civilizaciones. No tenemos nada que pueda sustituirlas, como carecemos también de respuesta a la pregunta por la pretensión de universalidad de los valores de las democracias occidentales. ¿Deben tener validez universal los derechos humanos, de manera que rijan por encima de los particularismos étnicos y de las identidades? ¿Es la libertad un valor universal?

I
Comenzaré a desarrollar la respuesta a tu doble pregunta con una afirmación rotunda: no, no hay nada rescatable en el comunismo porque el mismo no pasa de ser una quimera, un ideal que no guarda relación con la vida ni con la estructura de ninguna sociedad concreta. Su fundamento teórico está notablemente envejecido y, lo que es más importante, carece de contexto cultural. El comunismo y el marxismo que lo alimenta son cosas del pasado y, en tal sentido, solo pudieran prender en sociedades de escaso desarrollo económico, político y social (digamos que en el Tercer Mundo). Sin embargo, tampoco aquí les auguro éxito, toda vez que ya está en marcha un proceso globalizador que también los haría superfluos en estas regiones del planeta. Por otra parte, cabría preguntar: ¿realmente el comunismo se puede construir? ¿Quiénes ―con nombres y apellidos― serían los encargados de acometer tal proeza? Y si es una labor impersonal o colectiva, preguntémosle a la clase obrera que, en buena parte del mundo, ha desaparecido ―y seguirá desapareciendo― antes que el Estado, lo cual es una fragrante contradicción en el seno de la teoría marxista. En las sociedades capitalistas más desarrolladas la clase obrera languideció mientras se conservó y fortalecieron tanto el Estado como la clase media y alta. (Nótese que no hablo de burguesía).

La tesis de la extinción del Estado en el comunismo es curiosamente falsa y no solo por la inexistencia de eso que llaman «comunismo», sino porque, a contrapelo de los Estados nacionales, que están perdiendo su protagonismo y sus fronteras producto de la globalización ―y no porque el socialismo haya creado la base técnico-material de su extinción en el comunismo, según plantea la teoría― lo que vino a esfumarse fue el Estado socialista. La parte curiosa de la tesis es que tal extinción, en lugar de conducir al comunismo (re)condujo al capitalismo.

Me resulta vaga la definición del comunismo «como idea central de la política en tanto la vida en común». De todos modos, no creo que deba ser esa la preocupación principal de la política. Más bien quisiera alertar sobre los peligros que entrañan los colectivismos, tanto el marxista como el anarquista. Ya ambos han tenido la posibilidad de probar su eficacia. La implementación de la teoría de Marx derivó hacia el sistema estatista del socialismo real, mientras que las economías libertarias del anarcocomunismo se pusieron a prueba por todo el planeta: América (EE.UU), Europa occidental (España, Inglaterra) y oriental (Ucrania), el Medio Oriente (Iarael) con resultados igualmente desastrosos al margen del Estado.

Recientemente, Emilio Ichikawa ha escrito en su blog, bajo el sugestivo título de «“Socialismo participativo” es una redundancia; “más participativo”, un error», lo siguiente:
Los comunismos política y mentalmente existentes ―como utopías escritas― son diseños sociales de fundamento colectivo. Ellos confían en que es el compromiso unitario de la masa la garantía de que pueda valer, después y dentro de ella, la identidad individual. El dictum más famoso de El manifiesto comunista llama a la “unidad” y pretende un paroxismo “participativo” [1].

Lo curioso es que tales participaciones son muy sospechosas porque en política no hay manera de hacerlas efectivas masivamente, de modo que todo termina ―en lo que al desempeño del poder se refiere― con la mediación de algún(os) representante(s). Así, lo que se entiende por participativo es siempre una u otra forma de representación.

Puede decirse que, históricamente, todo colectivismo ha significado un retroceso y una restauración de la mentalidad feudal («reproducciones modernas del feudalismo», les llamó Peter Berger a los sistemas socialistas del XX). Si reparamos en los ejemplos más ilustrativos de economías libertarias vemos que el problema fundamental que enfrentan semejantes propuestas colectivistas es que no tienen en cuenta el carácter interdependiente de la economía. Entre otras cosas son utópicas porque creen que pueden sobrevivir aisladamente y, digo más, parecen estar dominadas por un deseo reprimido de volver a la pre-modernidad. Ya Antonio Rodiles y yo abordamos, en un encuentro pasado, el tema del pensamiento en red en contraposición al pensamiento estanco (por feudos). Cuando la situación no era tan compleja como la actual todas esas propuestas, ancladas en el modelo feudal, fracasaron (la Tienda del tiempo de Cincinnati y la Colonia Tiempos Modernos en el siglo XIX norteamericano, las colectividades de la Revolución Española de 1936, el Territorio Libre en Ucrania, durante la Revolución majnovista, los kibutz de Israel, para no hablar ya de aquellas comunas originarias de Robert Owen, primero en Inglaterra y después en los EE.UU).

En suma, que el comunismo es irrealizable. Como colectivismo estatista es justo la omnipresencia del Estado su obstáculo principal, como colectivismo anarquista es el vacío de Estado lo que lo hace ser una utopía que jamás triunfaría en una situación de interdependencia económica a nivel planetario, en condiciones de una economía globalizada y compleja, a menos que se produzca un colapso a nivel mundial y la gente se vea arrastrada a comenzar desde el principio a la luz de un nuevo paradigma, pero ya esto no sería el comunismo de Marx, ni ningún corolario suyo. Lo explicaré brevemente.

Comenzaré contrastando algunos planteos básicos de la teoría de Marx con situaciones más actuales. El punto de referencia aquí serán los finales del siglo XX y, particularmente, los años 80, período liberador que ―dentro de un proceso global de expansión de la democracia― no solo trajo la disolución del campo socialista, sino, como se sabe, la Internet, la comercialización a nivel planetario de los teléfonos celulares, el lanzamiento del primer trasbordador espacial, el euro (la primera moneda transnacional), pero, también, en el área de la filosofía política, una teoría que acompañaba todos estos cambios proclamando el fin de la historia ―anunciado por Hegel― con el triunfo definitivo de la democracia neoliberal sobre el socialismo marxista-leninista. Apenas cuatro años después de la aparición del ensayo de Francis Fukuyama «¿El fin de la historia?» Samuel Huntington se hizo sentir con igual fuerza con su célebre trabajo «¿el choque de civilizaciones?». Eran tiempos convulsos y el pensamiento teórico supo estar a la altura de esos cambios. Aunque ambos trabajos constituían propuestas ―y apuntaban a soluciones― diferentes, había un punto que los unía de tal modo que el segundo parecía una extensión natural del primero. Ese punto era la(s) cultura(s). En lo que sigue me esforzaré por ubicar, simplificando al máximo, algunas de las herramientas conceptuales que hoy necesitamos para entender la situación mundial y la de Cuba en particular. La tesis a sostener es la siguiente: el subdesarrollo no es tan siquiera un problema económico, antes bien, las variables del éxito y del fracaso de una sociedad son culturales.

II
El gran aporte filosófico que la tradición soviética le atribuyó a Marx ―y que el propio Marx se atribuyó a sí mismo― fue la inversión materialista de la filosofía hegeliana. Sin embargo, el pensador de Tréveris no se consideraba filósofo y hay que decir que en realidad no lo era. El marxismo no es filosofía, es algo así como una meta sociología o teoría de la historia, es decir, que no es ni historia ni sociología. ¿En qué consistió, pues, ese aporte materialista que parece darse fuera de la filosofía? Primeramente, en situarse fuera de la cadena evolutiva de los principios filosóficos (el Apeiron, el Ente, la Substancia, el Espíritu, etc.) y en plantear una perspectiva sincrónica en la que lo espiritual («formas ideológicas» o «formas de conciencia», según su terminología) terminaba siendo una metamorfosis de las relaciones establecidas entre los hombres en el proceso de producción y reproducción de su vida material. Esto viene a decir que el dato primario son las relaciones materiales de producción, que después pueden transformarse lo mismo en una lata de Campbell´s Soup que en la Novena Sinfonía de Beethoven. Así, las relaciones económicas resultaban ser la base material sobre la que se levantaba una superestructura ideal (jurídica, filosófica, artística, religiosa, etc.). No se puede decir que, para Hegel, la relación era la inversa, pues en su sistema las «formas del espíritu absoluto» (Arte, Religión y Filosofía) figuraban como resultado de la autorrealización de la cultura. Tampoco lo ideal era para el filósofo, como para Marx, «lo material transpuesto y traducido en la cabeza del hombre», sino una relación de representación de naturaleza objetiva. Sobre el redescubrimiento de la objetividad de las formas ideales Hegel justificó la naturaleza espiritual no solo del pensamiento, sino de la propia naturaleza. Marx se apoyó en ello para desentrañar el misterio de la forma Dinero, así como de la forma Mercancía y su fetichismo, pero no avanzó más, quizás por temor a encontrarse a Hegel al final del camino. Sin embargo, cuál fue en definitiva su mérito: el cambio de perspectiva (que hoy pudiéramos llamar, de paradigma). Marx advirtió sagazmente que un principio filosófico más ―fuera el Espíritu, la Materia o el “Rayo Encendido”― no hacía la diferencia, aunque representara la superación de los que le habían precedido. El punto de partida debía ser otro; debían ser los hombres reales dentro de una sociedad concreta. Situándose, sin saberlo, en un perspectiva sincrónica Marx ―también sin saberlo― hizo del hecho antropológico-cultural (que no del material) el dato primario. Su estrecha visión filosófica tampoco le dejó ver claro en el tema de las formas ideológicas o de conciencia que, a todas luces, no se podían explicar desde el punto de vista materialista. Francis Fukuyama, a la altura de 1988, desempolvó el asunto (tan caro al marxismo soviético) apoyándose nada menos que en Max Weber:
[…] en efecto, un tema central de la obra de Weber era probar que, contrariamente a lo que Marx había sostenido, el modo de producción material, lejos de constituir la “base”, era en sí una “superestructura” enraizada en la religión y la cultura, y que para entender el surgimiento del capitalismo moderno y el incentivo de la utilidad debía uno estudiar sus antecedentes en el ámbito del espíritu [2].

Sin embargo:

El peso intelectual del materialismo es tal que ni una sola teoría contemporánea respetable del desarrollo económico aborda seriamente la conciencia y la cultura como la matriz dentro de la cual se forma la conducta económica [3].

La teoría de Fukuyama sobre el final de la historia es de sobra conocida, lo que me dispensa de su exposición aun en los términos más simples. La parte válida, a mi juicio, es que aporta razones para pensar que no se puede entrar al universo cultural tecnológico sin llegar al fin de la historia mediante la democracia neoliberal. Pero el error ―o uno de ellos― es que pretende buscar la explicación de las reformas económicas de los países socialistas en la conciencia de las élites gobernantes, en lugar de hacerlo en la expansión de la Tecnología en tanto forma dominante de la Cultura. Con ello delata que no alcanzó a superar la contraposición de lo material y lo ideal y que bregaba con un deficiente concepto de cultura. «La conducta económica ―dice Fukuyama― está determinada por un estado previo de conciencia». De tal suerte, en su interpretación, las reformas económicas socialistas de los 80 se produjeron como resultado del triunfo de una idea sobre otra [4]. Aunque apunta en la dirección correcta hay demasiado idealismo y cierta vaguedad conceptual en las tesis de Fukuyama.

Según su opinión, en cambio, el error es otro: ««El principal defecto de ¿El final de la historia? se encuentra en el hecho de que la ciencia puede no tener fin, pues rige el proceso histórico, y estamos en la cúspide de una nueva explosión de innovaciones tecnológicas en las ciencias de la vida y en la biotecnología» [5].Aquí se equivocaba de plano, porque entre otras cosas pasa por alto las propias teorías del fin de la Ciencia. En realidad se puede conciliar la idea del fin de la historia con el fin de la Ciencia, para ello me asomaré al concepto de episteme.

III
Lo más valioso, en mi opinión, que nos legó la filosofía clásica (de Platón a Hegel) fue la epistemología constructivista, mientras que el pensamiento posthegeliano tuvo su mayor acierto con los giros lingüístico y culturalista. Lo que Hegel llamara «formas del espíritu absoluto» y que figuraban como la realidad suma en su sistema filosófico los neokantianos lo reinterpretaron como «sistemas culturales» y «formas simbólicas». Así surgió la Filosofía de la Cultura de las escuelas de Baden y Marburgo. Edmund Husserl, por su parte, hizo derivar la fenomenología hacia el terreno epistemológico-cultural, con lo cual el giro culturalista apenas comenzaba. El siglo XX, no en balde, fue llamado el siglo de la antropología. De aquella superficial noción marxista ―que consideraba al arte, la religión, etc., simples reflejos de la base económica― la filosofía se fue acercando cada vez más a la idea de considerarlos la realidad misma. Peter L. Berger dio el paso decisivo con su concepto de universo simbólico aplicado al caso de la religión. Solo había que extender el mismo ―junto con el enfoque constructivista del sociólogo de Boston― también al Rito, al Arte, a la Ciencia y a la Tecnología. Esa fue la jugada de apertura de mi libro El cuerpo y lo otro. Introducción a una teoría general de la cultura.

Por Epistemes, pues, o Formas de la Cultura entiendo el Rito, el Arte, la Religión, la Ciencia y la Tecnología en su papel de: constituidoras de mundos, dadoras de valores, proveedoras de sentido y productoras de relaciones sociales. Pero lo más importante aquí no son estas formas per se, sino: 1) el juego de subordinación y dominio que las caracteriza ―y que nos hace comprender los cambios culturales (y, por extensión, los económicos y políticos)―; 2) así como su naturaleza epistémica, que revela claramente el hecho de ser la historia su producto y no a la inversa, como comúnmente se cree [6]. No es el hombre el que existe en la Historia, sino la Historia en el hombre y, más exactamente, en la Cultura. De la realidad se puede afirmar lo mismo: se construye a golpe de cambios de paradigma en el seno de las formas de la Cultura.

Thomas Kuhn nos dice de su concepto de paradigma: «…el historiador de la ciencia puede sentirse tentado a proclamar que cuando cambian los paradigmas, el mundo mismo cambia con ellos» [7]. Es una idea difícil de asimilar, pero es la correcta y Kuhn, aunque vacila, lo sospecha seriamente: «…me doy cuenta perfectamente de la dificultad creada al decir que…aunque el mundo no cambia con un cambio de paradigma, el científico después trabaja en un mundo diferente. No obstante, estoy convencido de que debemos aprender a interpretar el sentido de enunciados que, por lo menos, se parezcan a esos» [8]. Para mí no hay dificultad alguna en asimilar tesis como estas, solo que muchas cosas que se daban por conocidas en realidad no se comprendían lo suficiente. De Platón a Hegel se puede seguir con claridad el enorme esfuerzo de la filosofía por llegar a la comprensión de la realidad como una construcción del conocimiento (como «conocimiento estructurado», según mi terminología) [9]. La noción de paradigma encierra tres momentos fundamentales. En primer lugar, las soluciones realmente novedosas implican cambios de paradigma y viceversa. Cuando se trabaja dentro de un paradigma el conocimiento se incrementa, pero el verdadero salto de cualidad se da con el cambio. Cuando esto sucede hay que comenzar de cero, pero solo así ―mediante un nuevo paradigma― es que encuentran solución las paradojas que se venían acumulando en el viejo. La acumulación de paradojas conduce a las crisis que, a su vez, provocan el cambio de paradigma. Los paradigmas son productores de realidad, las epistemes ―en cambio― no solo son transhistóricas, sino transreales. Esto último quiere decir que lo que vaya a acreditarse a título de «Realidad» transcurre en el seno de una episteme y condicionado por ella. Lo mismo vale para la Historia. Si los paradigmas (más bien sus cambios) son productores de realidad, las paradojas (antes bien sus soluciones) son productoras de sentido.

Una vez entendido que el hombre es la Cultura y que vive dentro de cada una de sus formas o epistemes produciendo realidades e historias en la medida que se produce a sí mismo, debemos dar un paso más por la comprensión de la realidad. Cuando se dice de esta que es conocimiento estructurado se alude solo a su dimensión virtual, es decir, a una realidad de conocimiento, de la que queda excluida la realidad actual imposible de atrapar en conceptos y teorías, dada su naturaleza no discursiva. Pondré un par de ejemplos. La teoría del Big Bang mañana podría resultar falsa y como consecuencia esa explosión originaría podría no haber tenido nunca lugar. Sin embargo, los científicos reunidos en un salón creando teorías son un hecho indiscutible, más allá que estas últimas resulten verdaderas o falsas. No obstante, el Big Bang es algo más que parte de nuestra concepción del universo; es parte del universo, aunque sepamos que jamás tendremos experiencia actual de semejante fenómeno. Su existencia, en cambio, no pasa de ser un entretejido de cálculos y conceptos científicos. Pero digo más, fuera de la habitación donde ahora escribo el mundo entero existe para mí virtualmente. Me es dado por apresentación (Husserl), como la cara oculta de la Luna. De manera que cuando hablemos de realidad tendremos que ser cuidadosos, porque la realidad es antes bien un entretejido acto-virtual. Donde quiera que miremos no encontraremos las cosas meramente ideales o materiales de las que nos hablaba la metafísica moderna inaugurada por Descartes y que con gusto aceptaron la ciencia y el entendimiento común. Donde quiera que miremos, repito, solo encontraremos correlaciones o configuraciones acto-virtuales que presuponen todas al hombre y a la cultura. Si un simple cenicero usted lo despega de su concepto y de su representación ya sería otra cosa. Ahora bien, sea cual fuere esa otra cosa ―así quede reducida a la sola masa de la física― jamás podría abstraerse de ella al hombre y la cultura. El caso del electrón fue la mejor prueba de ello. Desde este punto de vista carece de sentido cualquier especulación acerca de una civilización posthumana, si por ello se entiende que no es cultural. Todo cuanto es y existe, existe en-y-mediante el hombre. Y en este punto digo lo mismo que Kuhn: sé que es difícil, pero habrá que acostumbrarse a enunciados como estos.

A la luz de la situación actual también el dogma científico de la evolución debe ser tomado con grandes reservas, tal y como se hizo con la idea de progreso. Nunca se debería ir más allá de considerar la evolución conocimiento estructurado, en caso contrario solo nos enredaríamos en paradojas. Nótese que, por hipótesis, se trata de la evolución de las especies, sin embargo, las especies no tienen genes, por lo tanto, no evolucionan. Esa propiedad la tienen solo los individuos, pero de ellos no puede haber teoría [10]. Ya lo decía Aristóteles: de lo particular no hay ciencia. Para concluir este punto pondré un simple ejemplo donde se evidencie de un golpe el carácter acto-virtual de la realidad, la inconsistencia epistemológica de la teoría de la evolución y el a priori cultural.

Hará cuestión de un año, participé en un evento teórico en la Casa Sacerdotal de 25 y Paseo, en el Vedado. Una joven doctora expuso un detallado trabajo ―inspirado sin duda en la teoría de la Eva mitocondrial― en el que ofrecía cifras y porcentajes sobre la mezcla genética de la población cubana. Los datos exactos por supuesto no los recuerdo, pero lo interesante es que la especialista aludía a un altísimo por ciento (un 80, digamos) de “genes caucásicos” en individuos de raza negra y, de igual manera, a un elevado por ciento de “genes africanos” en individuos de raza blanca. Con ello, al parecer, la médico pretendía corroborar el conocido refrán «en Cuba el que no tiene de congo tiene de carabalí». ¿Qué interpretación se le daba ―y se le da― a datos como estos? ¿Qué conclusión se saca de todo ello? Pues, la hipótesis del ancestro africano. Esto significa que nosotros estamos mezclados porque provenimos de un ancestro africano común. Ciencia dixit.

Veamos ahora cómo suceden en realidad las cosas. El punto de partida es la situación de mestizaje, establecida además mediante la interpretación de ciertos símbolos que, a su vez, tienen detrás a individuos reales. La situación de mestizaje es una realidad de orden actual, un hecho constatable con el que podemos interactuar en el espacio físico y en tiempo real. A partir de ella ideamos, en un segundo momento, una hipótesis y, por tanto, una construcción de tipo lógico-explicativo, es decir, una formación discursiva que solo existe en el plano virtual del conocimiento. Nótese ahora lo que llamo inversión de la causalidad: lo que realmente es causa (la situación de mestizaje) termina siendo efecto, mientras el verdadero efecto (el ancestro africano construido) se desliza sutilmente como causa del mestizaje. Ahora la pregunta es: de qué manera hombres reales (los mestizos examinados) pudieron haberse derivado biológicamente de una hipótesis teórica como «el ancestro africano»? La pregunta que se hizo Marx sigue en pie: el punto de partida son, en efecto, los hombres reales (léase, aquellos que tienen carácter de actualidad) los que no pueden resultar sin más producto de su producto (es decir, de las teorías que ellos mismos crean). Sin embargo, esas formaciones discursivas, teorías científicas y todo el colosal edificio de conocimiento estructurado es en realidad parte esencial y constituyente del hombre en particular y de todo el mundo humano. Solo que esto no es materialismo marxista, es filosofía de la cultura [11]. Fukuyama puede estar tranquilo, también Weber.

IV
Lo que define el presente es una paradoja de tipo cultural, a saber: la contradicción universalismo/particularismo. Mientras más se acentúa la homogeneización que acarrea el proceso globalizador más localismo, rebrote de identidades y conflictos étnico-religiosos. Pero también se observan estallidos pacíficos y violentos en países de desarrollo económico desigual ¿Por qué esto es así? Ante todo, conviene no perder de vista que es la Tecnología lo que está detrás de la globalización. Desde la perspectiva diacrónica nada nuevo hay bajo el sol; la Religión, cuando fue la episteme dominante en el Medioevo también hizo lo mismo: evangelizó, convirtió, “cruzó”, excomulgó y un largo etcétera. Tal y como se ve hoy todo sometido a la expansión tecnológica, así también la música, la filosofía, el arte y otro largo etcétera, eran religiosos. Nada había en el Medioevo, ni en el cielo ni en la tierra, que no tuviera la marca de la Religión. Herejes hubo por doquier, pero la Religión dominó y solo la Ciencia (es decir, otra episteme) pudo destronarla. Tratemos de situarnos ahora en una perspectiva sincrónica para hallar la diferencia. En las zonas del Planeta donde hay un proceso de modernización en marcha, es decir, donde la Ciencia ha jugado ya su papel, los paradigmas tecnológicos prenden sin mucha dificultad y todo el problema se reduce al peso de la tradición: corrupción, falta de habilidades, pereza, desacato, insensibilidad ante la ley, etc. En fin, cosas remediables, pero a largo plazo. Es el caso de América Latina, donde lo que no funciona es la democracia latinoamericana (oligarquía criolla) no el neoliberalismo. Ya Vargas Llosa había reparado en la ausencia de una auténtica democracia neoliberal latinoamericana y, en su lugar, hablaba de regímenes burocrático-mercantiles. Es pues un asunto cultural. «De nada vale comparar el fusil con el arco», ha advertido Pierre Clastrés, a lo que yo he agregado que la angustia del subdesarrollo comienza cuando se quiere tener un fusil en un universo de sentido que solo admite el arco. En Occidente, la Religión ―en su situación de subordinada― se ha convertido, como el resto de las Formas de la Cultura, en vehículo de expresión del significado tecnológico. Pero a nivel local, en algunas áreas del Planeta donde todavía es dominante, ofrece una feroz resistencia. Y no es para menos, desde el punto de vista de los que allí habitan, lo que está en juego es la realidad misma, todo un universo de significados, aquello que les delimita el bien del mal y que les dice cómo deben actuar y comportarse, pero, también, lo que les suministra una visión del mundo y le da sentido a sus vidas, en fin: una episteme. En cualquier caso, vale decir que en la dinámica de las Formas de Cultura, siempre hay una dominante y el resto, subordinadas.
Veamos qué opina acerca de esto Slavoj Zizek:
«Como dijo Samuel Huntington, al final de la Guerra Fría, la “cortina de hierro de la ideología” ha sido reemplazada por la “cortina de terciopelo de la cultura”. Esta visión tenebrosa puede parecer lo opuesto a la brillante perspectiva del “fin de la historia” de Francis Fukuyama bajo el aspecto de una democracia liberal global. Quizá, sin embargo, el “choque de civilizaciones” sea “el fin de la historia”, es decir: los conflictos étnico-religiosos son la forma de lucha que le conviene al capitalismo global. En nuestra época de “pospolítica”, en que la administración social llevada a cabo por expertos reemplaza en forma progresiva a la política propiamente dicha, la única fuente de conflictos legítima que queda son las tensiones culturales (étnicas, religiosas)» [12].

En mi opinión Fukuyama y Huntington constituyen dos polos de la misma relación, a saber: la contradicción universalismo (democracia neoliberal global) / particularismo (conflictos étnico-religiosos). La implementación de lo primero y la eliminación de lo segundo dependen del factor cultural. No veo la necesidad que una política tecnocrática alimente sin más los conflictos ni creo tampoco que el “capitalismo global” pueda tener control sobre los mismos. Los conflictos, sin duda, serán ―y son― culturales, pero dependerán de las tensiones que genere la Tecnología en su proceso de expansión como dominante cultural. En cualquier caso, a partir del ensayo de Fukuyama «¿El fin de la historia?» se puede hacer valer la idea que las naciones regidas por una episteme moderna (científica) tienen como meta de su desarrollo político la democracia neoliberal. Sin embargo, esta última parece ser tan solo el punto de partida de aquellas regiones del mundo que habitan una episteme tecnológica y tienen como meta inmediata la «sociedad del conocimiento» (Knowledge based society) en la que el capital y el trabajo han dejado de ser los factores principales del crecimiento, desplazados justamente por el conocimiento. Naturalmente, estas regiones no están exentas de conflicto y es justo en ellas donde la democracia neoliberal da signos de agotamiento.

Como advirtió el historiador Moreno Fraginals Cuba ha perdido 100 años, porque comenzó el siglo XX siendo un país capitalista no desarrollado y lo terminó siendo un país capitalista no desarrollado. Sin embargo, en mi opinión la brecha económica no es un gran obstáculo, pero la cultural sí. A la era post comunista recomiendo entrarle a golpe de neoliberalismo y democracia. Será duro, pero dará resultados a corto y mediano plazos. Después nos estancaremos un poco a causa de los rebrotes de las deformaciones adquiridas en la época castrista, pero, fundamentalmente, por razones de tradición, carácter y nacionalismo. Ese será el momento de sentarnos a pensar qué es lo que le conviene más Cuba. Estoy seguro que la mejor solución para nuestros males ―los presentes y los que vendrán― es un cubano postnacional. De un lado y de otro del estrecho de la Florida: dejemos de una vez a los mambises descansar en paz.

Redescubrir la Cultura no sirve para que los pueblos, etnias, razas, tribus y naciones dejen de atacarse y culparse entre sí, pero, al menos mediante la dinámica de las epistemes se puede saber cuál es la fuente originaria de donde proviene la relatividad de la alegría y de la angustia, de la prosperidad y de la miseria, de los símbolos y de los valores y hasta del propio universo estrellado, aunque con ello se aprenda también la más dramática de las verdades: que el hombre está solo y que en los confines del espacio y del tiempo retumbará por siempre el «¡Elí, Elí. Lamma sabachtani!».
¿Qué sabemos, entonces, actualmente sobre el desarrollo? Sabemos, o deberíamos saber, que el socialismo es un espejismo que no conduce a ninguna parte, excepto a un estancamiento económico, pobreza colectiva y distintos grados de tiranía. También sabemos que el capitalismo ha sido dramáticamente exitoso, si bien en un número limitado de países. Es innecesario decirlo, también sabemos que el capitalismo ha fracasado en una cantidad mayor de casos. Lo que no sabemos es por qué esto es así. Creo que el tema del socialismo debería dejarse de lado ―para bien― en cualquier discusión seria sobre desarrollo; pertenece, si hay que ubicarlo en alguna parte, al campo de la patología política o Ideologiekritik. La pregunta que sí debería ser de candente urgencia (tanto teórica como práctica), es por qué el capitalismo ha tenido éxito en algunos lugares y ha fracasado en otros. ¿Cuáles son las variables del éxito o el fracaso? Esa es la pregunta crucial [13].

Bibliografía:

1) Emilio Ichikawa: «“Socialismo participativo” es una redundancia; “más participativo”, un error», en: Blog de Emilio Ichikawa, septiembre 22, 2011 – 10:30 am.
2) Francis Fukuyama: «¿El fin de la historia?», en pdf, p. 12.
3) Ibídem, p.13.
4) Ob. cit.
5) Francis Fukuyama: «Pensando sobre el fin de la historia diez años después».
6) Véase al respecto el epígrafe «El sujeto atascado en la Historia» de mi libro El cuerpo y lo otro. Introducción a una teoría general de la cultura. Ed, cit.
7) Thomas Kuhn: La estructura de las revoluciones científicas. Fondo de Cultura Económica, Méx., 2004.
8) Idem.
9) Véase al respecto mi libro Los afanes del yo. Aproximación al estudio de la realidad epistemológicamente estructurada. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2005.
10) Véase al respecto, Alexis jardines; Ariel Pérez; Antonio Correa: Qué somos y de dónde venimos. El dilema creación/evolución. (Copyright material).
11) He aquí mi definición de Cultura: «La Cultura es alteración. Cualquier alteración de la naturaleza, incluida la humana, es Cultura. Sólo que en la naturaleza humana se da el peculiarísimo caso de que su alteración parece ser un ensimismamiento. Por eso la Cultura es, tanto creación de formas (esto es, del colosal mundo de los objetos —reales y virtuales— por los que debemos entender artefactos, instrumentos, enseres, técnicas, valores, ideas, mercancías, teorías, etc.) como lo que los alemanes llaman «Bildung» (formación del espíritu, ilustración, educación) es decir, adquisición, apropiación de esas formas. En síntesis, podemos decir que la Cultura es creación y apropiación de la forma». (Alexis jardines: El cuerpo y lo otro. Introducción a una teoría general de la cultura. Ed.cit., p. 25).
12) Slavoj Žižek: «El choque de civilizaciones en el fin de la historia», en: www.elortiba.org (Diciembre 2006).
13) Peter L. Berger: «Underdevelopment Revisited», publicado originalmente por la revista Commentary, en julio de 1984.

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Liberalización de las tierras ociosas y propiedades ruinosas: un paso necesario para iniciar un proceso de recuperación https://www.estadodesats.com/liberalizacion-de-las-tierras-ociosas-y-propiedades-ruinosas-un-paso-necesario-para-iniciar-un-proceso-de-recuperacion/ https://www.estadodesats.com/liberalizacion-de-las-tierras-ociosas-y-propiedades-ruinosas-un-paso-necesario-para-iniciar-un-proceso-de-recuperacion/#comments Sun, 10 Jul 2011 14:06:00 +0000 https://estadodesats.com/liberalizacion-de-las-tierras-ociosas-y-propiedades-ruinosas-un-paso-necesario-para-iniciar-un-proceso-de-recuperacion youtube to mp3 ...Leer más]]> El siguiente artículo constituye un primer acercamiento a un tema que será crucial en el presente y futuro de Cuba, la propiedad. Esta propuesta inicial forma parte de un estudio, en el que contribuyen un grupo de especialistas y conocedores del tema.

Introducción

La economía centralizada y planificada está íntimamente relacionada con la propiedad estatal. Para que un proceso de descentralización económico pueda tener resultados satisfactorios, debe ser paralelo a uno de descentralización de la propiedad.

A raíz de la seria crisis económica que enfrenta nuestro país, especialmente en la producción de alimentos, el gobierno cubano ha iniciado un proceso de entregas de tierras en usufructo con el objetivo de incentivar la producción agrícola [1]. Sin embargo la respuesta no ha sido la esperada, entre otras razones porque muchos productores desconfían de la oferta de trabajar una tierra que no es suya y que puede ser retirada en cualquier momento. Por otra parte, resulta muy lamentable que el Estado cubano haya preferido importar miles de millones de dólares en productos agrícolas, en vez de proporcionar mayores incentivos y libertades a los productores nacionales.

La entrega de tierras en usufructos se establece bajo un régimen de discrecionalidad y gran incertidumbre, como podemos ver reflejado en algunos artículos del Decreto ley 259 [1]:

ARTÍCULO 6.-El área a entregar a cada usufructuario, bien sea persona natural o jurídica, se determina según las posibilidades de fuerza de trabajo, de recursos para la producción, el tipo de producción agropecuaria para el que se van a destinar las tierras y la capacidad agroproductiva de los suelos.

ARTÍCULO 14.-La extinción del usufructo concedido a personas naturales procede por las causas siguientes:
c) por incumplimiento continuado de la producción contratada, previo dictamen de los especialistas;
f) por actos que contravengan el fin por el que se otorgó el usufructo;
h) revocación por causas de utilidad pública o interés social, expresamente declarada por Resolución del Ministro de la Agricultura o instancias superiores del Gobierno;

Recientemente el Consejo de Ministros aprobó la compra venta de casas y otras medidas relacionadas con la propiedad [2]. Estas medidas han quedado muy por debajo de las expectativas pues en la forma concebida no constituirán una nueva forma de generar riquezas y empleo. Igualmente en fechas recientes, en otra sesión del Consejo de Ministros, se mencionó la posibilidad de rentar algunos locales a microempresarios [3], pero no se explicó bajo qué condiciones, ni cuándo comenzaría dicho proceso.

Entre el escenario urbano y el rural de nuestro país existen grandes similitudes. La Habana no está llena de marabú, pero sí de miles y miles de propiedades y terrenos en estado ruinoso. En el mejor de los casos se han limpiado estos espacios “construyendo” parques poco estéticos o parqueos de bicicletas y motos, en el peor se han convertido en basureros [4]. El Estado alega falta de recursos para emprender obras de restauración y construcción del fondo de viviendas o infraestructura, sin embargo estos espacios constituyen un capital congelado desperdiciado que debe ser cuanto antes entregado a los cubanos, para su explotación a plenitud. Si sumamos a esto las tierras ociosas, tendremos un amplio número de propiedades urbanas y rurales a la espera de cumplir su función social, lo cual resulta irracional después de largos años de una profunda y sostenida crisis.

Debería iniciarse cuanto antes un proceso de liberalización de la propiedad, que contemple no solo las tierras ociosas sino también los terrenos y propiedades urbanas. Es fundamental terminar con las ambigüedades respecto al carácter de la propiedad, pues esto sólo genera más ineficiencia y corrupción; las propiedades necesitan dueños reales. Si bien las categorías de usufructuarios y arrendatarios pueden existir, no deben por ninguna razón ser la base de nuestra estructura económica. La existencia de un marco legal que sustente la propiedad privada es una condición necesaria para que una economía ofrezca oportunidades reales a todos sus participantes.

Este artículo analiza primeramente los diferentes métodos de liberalización de la propiedad que se implementaron en otros países, propone un programa de subasta que ponga al servicio de los cubanos recursos que se encuentran congelados y que serian de extrema ayuda en el presente, refiere el entorno económico que debe acompañar dichas transformaciones y muestra algunas conclusiones.

Experiencias foráneas sobre el proceso de liberalización de la propiedad y su posible aplicación en Cuba

Un proceso de liberalización de la propiedad tocará sin lugar a dudas fibras muy sensibles de la nación cubana, dentro y fuera de la Isla, por esta razón, deben analizarse cuidadosamente factores y circunstancias del pasado y del presente para lograr un mayor consenso. Aunque es necesario hacer un análisis profundo del tema de la propiedad referido a empresas del Estado, en este trabajo solo se aborda el caso de las tierras ociosas y propiedades ruinosas.

En múltiples países durante las últimas décadas ocurrieron procesos de liberalización de la propiedad, algunos con resultados muy alentadores, mientras en otros predominó la corrupción, el nepotismo y el clientelismo. En la antigua Unión Soviética, el proceso de liberalización de la propiedad creó un gran descontento y desilusión dentro de la población, al advertir que muchos miembros de la vieja élite gubernamental e individuos deshonestos se convertían en los nuevos millonarios.

Es muy importante comprender las problemáticas que han aparecido en experiencias previas y valorar las mejores opciones para nuestro caso. En países de Europa del Este, China y Vietnam se aplicaron diversos mecanismos, entre los más populares se encuentran:

1) Restitución o compensación
2) Venta al público
3) Venta a empleados
4) Ventas en masa

Como primer paso es imprescindible crear las instituciones y reglas que conduzcan este complejo proceso. Para impulsar una economía en ruinas, como la nuestra, es esencial garantizar un régimen de propiedad legítimo. Esto no será posible si no se implementa antes un sistema de restituciones o compensaciones a muchos propietarios que perdieron sus bienes debido a injustas confiscaciones.

¿Cómo se comportó el proceso de reclamaciones en países de Europa del Este?
“En la Alemania del Este dos millones de reclamaciones fueron presentadas, abarrotando las cortes por años y deteniendo miles de proyectos constructivos y empresas debido a la incertidumbre de las reclamaciones legales. Algunas restituciones ocurrieron en la mayoría de los países de Europa Central, particularmente de tierras y bienes raíces, mientras fueron evitadas las restituciones de medianas y grandes empresas” [5].
En Hungría la ley no ofreció restituciones, usando principalmente las compensaciones a través de bonos del gobierno que podían ser usados para adquirir acciones en las empresas estatales vendidas [6].
Polonia por ejemplo prefirió las compensaciones sobre las restituciones. Los polacos residentes en el exterior son elegibles para restitución o compensación en la forma de bonos estatales solo si ellos adoptaban la ciudadanía polaca, y retornaban a Polonia permanentemente para administrar las empresas y/o tierras recuperadas [7].

Cada país posee sus propias características, en nuestro caso es muy importante valorar el gran déficit en el fondo habitacional y la carencia de capital de la mayoría de la población cubana, para participar en un proceso de compra. La cuestión no es solo liberalizar la propiedad, principalmente las propiedades ruinosas y subutilizadas, sino que este proceso realmente reporte un claro beneficio al crecimiento económico del país.

La experiencia de otros países nos dice que estas ventas culminan en un período corto, pues la población se percata que esta sería la única vía de obtener propiedades a precios relativamente baratos.
Analicemos con más detalles cada uno de los métodos de privatización y veamos cómo podrían operar en nuestro caso.

1) Restituciones o compensaciones

El tema de las restituciones en nuestro país es polémico e ineludible. Durante años ha existido una gran controversia alrededor de las reclamaciones y devoluciones de las propiedades a los dueños anteriores al año 1959. Poco a poco aparecen algunos consensos que arrojan luces en un punto tan sensible y delicado.
Pudiéramos separar estas reclamaciones en dos grupos. La primera referida a las propiedades que actualmente están habitadas por familias y la segunda el de las propiedades que permanecen en manos del Estado.
Como señala el Prof. Antonio Jorge:
“el derecho de ocupación permanente para propiedades residenciales urbanas debiera reconocerse a favor de los ocupantes o residentes actuales”.
“No obstante, los anteriores dueños, como en el caso de otras formas de propiedad, debieran ser compensados” [8].

En el mismo sentido coincide Teo A. Babún:
“Afortunadamente, la mayoría de los grupos expatriados han reconocido que la restitución de los domicilios o propiedades residenciales no es viable. La discusión puede ser restringida a las propiedades no residenciales”.
“Moviéndonos fuera de las restituciones, simplemente significa que cualquier litigio estaría limitado a temas concernientes a la validez y cuantía del valor de las pérdidas, y su compensación, si esta procede” [9].

El economista Oscar Espinosa Chepe recomienda:
“En lo que respecta a las restituciones de propiedades a los antiguos dueños, consideramos que la realidad cubana aconseja métodos distintos. En primer lugar, en el caso de las viviendas somos partidarios del otorgamiento masivo de la propiedad, con todas las responsabilidades inherentes a los actuales usufructuarios onerosos, o sea a las personas que hoy las disfrutan sin pagar alquileres”

“Acerca de los antiguos dueños, coincidimos en que desde el punto de vista moral lo más justo podría ser la devolución de esas propiedades a sus antiguos dueños, pero dado el tiempo transcurrido, las transformaciones de esas propiedades, algunas ya inexistentes, la mejor solución sería el pago de las mismas, que podría efectuarse en bonos utilizables en la compra de propiedades licitadas” [10].

Por su parte el economista Jorge Sanguinetty considera:
“La restauración de los derechos de propiedad en Cuba tiene dos aspectos ligados estrechamente, la restitución o compensación de viejas propiedades a sus propietarios legítimos y la creación de nuevas propiedades. Ambas partes del proceso representan los dos polos de la recreación del sector privado de la economía que incluiría la apertura de nuevos negocios y la privatización de las inversiones estatales creadas por el gobierno revolucionario y que nunca fueron privadas” [11].

“Este es un problema de suma complejidad que requiere idealmente una buena preparación previa y una gran capacidad administrativa y ejecutiva que permita la resolución rápida de las reclamaciones pendientes. Si este problema no se resuelve, la recuperación de la economía cubana puede llegar a demorarse significativamente pues no se creará el ambiente adecuado para atraer nuevas inversiones necesarias para ampliar las capacidades productivas del país y reactivar su economía” [11].

“Un grupo de propiedades que presenta una problemática especial es el de bienes raíces urbanos, especialmente inmuebles que se utilizaban para alquiler de viviendas o para la vivienda directa de sus dueños y que hoy están ocupados por otras familias o inquilinos individuales. Es obvio que el gobierno de transición no podrá poner a todas esas personas en la calle en el momento en que se hace cargo de una economía depauperada y endeudada, por lo tanto una de las soluciones a ser contempladas para reconocer los derechos de propiedad de los antiguos propietarios es el de brindarles instrumentos de deuda, bonos o certificados de exención tributaria negociables en mercados financieros” [11].

Las compensaciones son un método muy útil, mediante el cual el gobierno puede resarcir el daño a muchos de los propietarios originales. Es evidente que en nuestro país este método no podrá ser ejecutado con brevedad dada la seria limitación económica en que vivimos. Sin embargo, a medida que la economía cubana comience un período de apertura existirán mayores oportunidades para realizar dichas compensaciones

2) Ventas al público
La venta directa busca dos objetivos fundamentales. Primero, incrementar los ingresos estatales que en la actualidad están fuertemente deprimidos. Segundo, obtener de manera inmediata inversionistas que posean el interés de echar a andar estos bienes subutilizados, es decir el “know how”.

Es importante valorar que los cubanos residentes en la Isla no poseen el capital suficiente para comprar las propiedades al precio real. Como en el momento de las ventas existirá una gran oferta para poco capital, los precios no deben alcanzar niveles muy altos, posibilitando que muchos ciudadanos puedan convertirse en propietarios de nuevos espacios.

En esta modalidad es fundamental contemplar el tema de la corrupción. En el antiguo bloque socialista los extranjeros y otros compradores de capital dudoso, como oficiales corruptos, organizaciones criminales y nuevos “hombres de negocios”, poseían las mayores sumas de dinero para participar en dichas ventas.
Otro tema importante es el de la eficiencia del proceso, pues el procedimiento de venta nunca debe reportar más pérdidas que ganancias a las instituciones del gobierno. La agencia de tasación que creó el gobierno alemán recolectó 50 billones por concepto de ventas y no gastó menos de 243 billones en el proceso de privatización [5]. En ese caso las ventas fueron fuertemente concentradas en los empresarios occidentales.

3) Ventas a empleados
La venta de la espacios comerciales y de servicios a empleados a precios preferenciales es una opción que resulta a priori atractiva. Sin embargo puede crear serios problemas de corrupción, en especial cuando los gerentes o directivos están asociados a algún grupo de poder que les permita obtener a éstos beneficios personales.

Desde el punto de vista político esta variante resulta popular entre la población. Sin embargo existen también algunas desventajas, pues las empresas suelen presentar una dirección deficiente, ya que las nuevas condiciones de una economía de mercado difieren radicalmente de las de una economía centralizada y planificada. Los derechos de propiedad se pueden volver difusos y pueden ser usurpados por los directivos.

En algunos países este fue administrativamente un método rápido de venta, pues de lo contrario los trabajadores y directivos bloqueaban el proceso.
Existen diferentes posibilidades, como la aplicada en Rusia, donde se les dio un 20% de las acciones a los directivos y un 40% a los empleados, el otro 40% se vendió en forma directa [5].

4) Ventas en masa
Este método se implementa a través de la repartición de bonos o “vouchers”, de forma gratuita o con un precio nominal, que pueden ser canjeados por acciones de las empresas y propiedades vendidas. Permite ventas de forma rápida, no solo de medianas sino también de grandes empresas, y ofrece la posibilidad a los ciudadanos de convertirse en nuevos propietarios, por lo cual tuvo gran aceptación.

Esta forma de liberación lograba una mayor distribución que la venta directa. Sin embargo, debido a lo disperso de la propiedad aparecieron obstáculos en la dirección y manejo de las empresas.
En países como la República Checa se crearon fondos de inversión, los cuales permanecían aún muy ligados a los bancos propiedad del Estado haciendo nulo, en buena medida, el resultado final del proceso.

Propuesta para liberalizar las tierras ociosas y propiedades ruinosas

Nuestra propuesta busca activar cuanto antes espacios que representan un capital congelado y han sido reducidos durante años a simples ruinas, solares repletos de escombros, o tierras llenas de marabú. Estas propiedades deben tener como principales beneficiarios a los cubanos, principalmente a los residentes en la Isla. Su explotación permitirá que otros muchos sectores reciban un fuerte impulso debido al nuevo mercado que se generaría. Eso sí, ningún plan funcionará si el Estado cubano se empeña en seguir jugando el papel monopólico que ha ejercido por tantos años y que tanto daño ha ocasionado a la economía cubana.

El eje de la propuesta es subastar todas las tierras ociosas, así como propiedades urbanas ruinosas o subutilizada. El proceso de subasta puede ser planificado en tres pasos consecutivos:

a) Venta a nacionales residentes en el país
b) Venta a nacionales no residentes en el país
c) Venta a extranjeros

Nota: Esta metodología termina siendo una mezcla de la venta en masa y la venta directa.

Veamos algunos de los procedimientos prácticos que serán necesarios definir:
1) Crear las correspondientes comisiones, encargadas de organizar y ejecutar este proceso de subastas.
2) Realizar una clara definición de las propiedades a subastar.
3) Censar todas las propiedades, solares y tierras que puedan ser sujetas a subasta.
4) Publicar cuáles serán las propiedades y tierras con sus características y precio mínimo. Esta información debe aparecer tanto en copias físicas como en internet.
5) Establecer los períodos para cada una de las tres etapas.
6) Establecer un límite, ya sea por el número de propiedades a adquirir, dimensiones, y valor de estas.
7) Hacer pública la fecha, así como toda la información relacionada con las subastas. Serán organizadas por localidades y se anunciará con un mínimo de 30 días de antelación.
8) Ofertar un precio especial a todos los que ya posean tierras en la categoría de usufructuarios.
9) Con posterioridad a la venta, debe conformarse una base de datos con toda la información referente al comprador y precio final de subasta. Toda esta información debe aparecer tanto en copias físicas como en internet.
10) Las entidades encargadas deben tener a la vista todos los ingresos con motivo de estas ventas y el uso que se dé a estos fondos en sus comunidades.

Una vez que los ciudadanos tengan en su poder el título de propiedad, podrán vender el bien adquirido si lo desean. Esto les permitirá obtener algún capital de forma inmediata, que pudiera ser reinvertido o usado a conveniencia.

Se debe establecer una compensación para todos aquellos propietarios que fueron despojados injustamente de sus bienes y estudiar qué métodos serán los más efectivos para realizar este proceso, valorando las condiciones económicas del país. Estas compensaciones, como han sugerido algunos especialistas, pudieran ir desde la entrega de efectivo hasta la concesión de bonos y acciones.

Entorno adecuado para el pleno funcionamiento del proceso

La creación de un entorno económico propicio es un factor fundamental para que el proceso de liberación de la propiedad logre el efecto deseado. Un nuevo régimen de propiedad no constituye por sí mismo una garantía del éxito de dichas transformaciones. Se necesitan otros factores para garantizar que los mecanismos del mercado funcionen eficientemente. Mencionemos algunos de ellos:

1) Marco legal
El primer aspecto que debe priorizarse es la creación de un marco legal que garantice plenamente los derechos de propiedad. Se deben crear los mecanismos para la rápida entrega de los títulos de propiedad. Otro aspecto que debe tener una especial atención es que el proceso no se convierta, de una forma u otra, en una piñata usada por grupos de influencia, como funcionarios gubernamentales, directivos del PCC, jefes de las FAR o del MININT.

Se deben también establecer leyes que garanticen un mercado competitivo. Es importante que los nuevos empresarios puedan desarrollar a cabalidad el potencial de las nuevas propiedades adquiridas.

2) Mercado financiero
La creación de un mercado financiero es un elemento esencial para el desarrollo de una economía moderna. Es importante crear una dependencia encargada del proceso de ventas, que muestre en forma transparente cada transacción realizada, al igual que el destino final de los recursos recibidos por el gobierno.
Es necesario comenzar con el otorgamiento de créditos a los nuevos microempresarios. Las empresas estatales no deben disponer de créditos blandos, que dificulten el crecimiento del incipiente sector. El uso de créditos blandos puede fomentar la ineficiencia y la corrupción a niveles alarmantes.

3) Infraestructura
El Estado debe liberar la expedición de licencias para fabricar y terminar con su monopolio de producción de materiales de la construcción, para garantizar la explotación de las nuevas propiedades. También debe desistir del monopolio de las importaciones y exportaciones y liberalizar dichos sectores. Esto permitirá abastecer al nuevo mercado de los productos que escasean en el mercado nacional y que son indispensables para echar a andar el sector de la construcción. Por otra parte, deben ser estrictamente respetadas las normas urbanísticas.

Es fundamental que se liberen los recursos disponibles para comenzar a revertir el estado de deterioro que sufre un número inmenso de inmuebles a lo largo de todo el país. Resulta urgente realizar una fuerte inversión que al menos detenga el avanzado estado de destrucción de la infraestructura nacional. Los recursos adquiridos por el Estado en este proceso de venta, deben ser usados de inmediato con este objetivo.

4) Transparencia
En las sociedades contemporáneas la transparencia se ha convertido en un elemento esencial. Es vital que los ciudadanos tengan pleno conocimiento y participación de un proceso de tanta trascendencia como el de un cambio de régimen de propiedad. Se deben crear los mecanismos para que el ciudadano tenga todos los datos de las propiedades y tierras vendidas.

El uso de las nuevas tecnologías es un recurso que puede jugar un papel muy importante en cuanto a la transparencia. A diferencia de 20 años atrás, cuando no existía internet, hoy es posible desde una computadora privada consultar todos los datos aportados por gobiernos y sus instituciones; esto sin dudas permite reducir grandemente los índices de corrupción.

5) Sistema fiscal
Un sistema fiscal moderno es un elemento esencial que garantiza no solo que el Estado pueda recibir los recursos necesarios para mantener sus obligaciones sociales, sino que a su vez no frene el crecimiento del nuevo sector empresarial.

Los impuestos deben ser razonables y fáciles de pagar, de lo contrario la evasión fiscal se puede convertir en norma. Un ejemplo interesante de régimen tributario fue el implementado en Estonia después de su separación de la antigua Unión Soviética, al adoptar un impuesto uniforme del 26%.

Conclusiones

En nuestro país se debe crear cuanto antes las condiciones propicias para florezca un nuevo sector de micro, pequeños y medianos empresarios. Es inaceptable continuar viviendo en condiciones de penuria y ruina, cuando el país contiene el potencial necesario para ser una nación próspera y pujante. Después de 52 años de experimento socialista la realidad ha demostrado con creces que se necesita liberar la iniciativa privada.

Por otra parte dicho proceso no debe ocurrir de forma tal que reducidos grupos corporativos sigan ejerciendo el monopolio del mercado cubano, pues sin dudas esto sería un problema más a resolver en el futuro. Si los incipientes microempresarios no pueden hacer uso de las herramientas que brinda una economía de mercado, el fracaso de las reformas es anunciado.

Para lograr una mayor distribución de la riqueza resulta esencial que los cubanos posean sus correspondientes títulos de propiedad, lo cual creará la posibilidad de otorgar créditos entre otros beneficios. Paralelamente es necesario crear un sistema financiero que permita sacar ventajas de este proceso de liberalización. Este por sí mismo no garantiza un crecimiento económico si no se desarrolla en el entorno económico adecuado.

Si los cubanos no tienen la posibilidad de adquirir estas propiedades ruinosas, solares vacíos y tierras ociosas, podemos esperar que en un futuro no tan lejano sean vendidas a grandes empresas. En este caso veremos a una inmensa mayoría jugando solo el papel de espectadores, quedando completamente al margen de dichos bienes. Las experiencias muestran que en estos casos el soborno a funcionarios estatales termina con los anhelos legítimos de la población de poseer algún capital o propiedad, para entrar en la nueva realidad del mercado.

Por otro lado, se debe prestar especial atención al tipo de dinámica social que estamos generando a corto, mediano y largo plazo. Incentivar la creación del comercio ambulante, ampliamente expandido en el tercer mundo, es una política muy irresponsable. Existen sobrados estudios del impacto negativo de estas prácticas en las sociedades [12]. El ambulantaje es un estimulo directo al sector informal, tan ampliamente difundido como estrategia de sobrevivencia en nuestro país. Es importante apostar por negocios plenamente establecidos, que terminen constituyendo una base tributaria amplia y una clase empresarial sólida, y no por un ejército de evasores fiscales.

Todos debemos estar muy consientes de que en el momento presente se está comenzando a generar la estructura económica de nuestro país para los años venideros. Tenemos los recursos y el capital humano, ¿por qué no usarlos?

Bibliografía
1) Decreto Ley 259. Gaceta oficial No. 024. 2008.
2) Decreto Ley 288. Gaceta oficial No. 035 Extraordinaria de 2 de noviembre de 2011.
3) Continuar facilitando el trabajo por cuenta propia. Periódico Granma, Viernes 27 de mayo de 2011.
4) Ecos de la ilegalidad. Periódico Granma, Viernes 24 de junio 2011.
5) Aslund, Anders. Building Capitalism. Cambridge University Press.
6) Property Compensation Law to take effect in Hungary, BNA International Business August, 1991.
7) Sariego, Jose M and Gutierrez, Nicolas J. Righting Old Wrongs a Survey of Restitution Schemes for Possible Application to a Democratic Cuba. April 2, 1989, p.1.
8) Jorge, Antonio. Privatización, reconstrucción y desarrollo socioeconómico en la Cuba post-Castro.
9) Babún, Teo A. Preliminary study of the impact of the privatization of State-owned enterprises in Cuba.
10) Espinosa Chepe, Oscar. La situación actual de la economía cubana y la posible utilización de la experiencia eslovaca en el tránsito a una economía de mercado.
11) Sanguinetty, Jorge. Cuba realidad y destino. Editorial Universal.
12) Pérez Calderón, Rebeca. Algunas consideraciones sobre el comercio informal en la Ciudad de México.

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