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Camilo Ernesto Olivera<\/p>\nCamilo Ernesto Olivera<\/p>\n
Despu\u00e9s de m\u00e1s de medio siglo de r\u00e9gimen totalitario, la sociedad cubana se encuentra atomizada, por una parte, en peque\u00f1os espacios de bienestar m\u00e1s o menos relacionados con la elite dominante y, por la otra, grandes zonas de creciente marginalidad y empobrecimiento.
\nBajo estas circunstancias, la dictadura pretende asegurar las parcelas de poder econ\u00f3mico, e intenta metamorfosear y blanquear sus mecanismos de control pol\u00edtico. De ah\u00ed el inter\u00e9s en hacer pasar como concesiones pol\u00edticas, las insuficientes aperturas al sector privado. De ah\u00ed tambi\u00e9n la intenci\u00f3n de ganar tiempo, prometiendo cambios all\u00ed donde solo har\u00e1 mutaciones.
\nEl escenario actual de la isla dista mucho de ser id\u00edlico respecto al sistema. La acumulaci\u00f3n de d\u00e9cadas de control social y terror generalizado pesan en el inconsciente colectivo. El futuro en una transici\u00f3n pol\u00edtica depender\u00e1, en mucho, del papel que jueguen los actores opositores en este entorno. La efectividad y credibilidad de sus hojas de ruta hacia la transici\u00f3n y lo que estas ofrecen como f\u00f3rmulas de reconfiguraci\u00f3n del pa\u00eds y su democratizaci\u00f3n. Es necesario que este proceso sea lo menos traum\u00e1tico posible, y que el tejido social de la naci\u00f3n se recupere en el menor tiempo. La \u00edndole de este tr\u00e1nsito depender\u00e1 de bajo que intereses o agenda se realice.
\nPero, desde ahora mismo, lo determinante ser\u00e1 no ahogarse en disquisiciones retoricas basadas en apostar a concesiones, posibles o supuestas del r\u00e9gimen, de las cuales todav\u00eda se desconoce su naturaleza o alcance.
\nNo es viable depositar la confianza en que un cambio en las reglas del juego electoral, propiciado por el sistema, permitir\u00e1 lograr transformaciones de fondo en lo constitucional.
\nEn el totalitarismo, el cumplimiento de leyes que el r\u00e9gimen se da a s\u00ed mismo es aleatorio por parte de su elite y, por tanto, esta las incumple o subvierte empleando una \u201cinstitucionalidad\u201d hecha a su medida.
\nEsta, en el caso de Cuba, no se basa en la constitucionalidad. El denominado orden constitucional, no regula al Estado totalitario. Es el elemento humano, aferrado al poder, quien impone sus decisiones, por encima de ese supuesto orden, sobre la base del dominio absoluto y metodol\u00f3gico del partido \u00fanico en toda la estructura.
\nContra ese muro de control no valen pa\u00f1os tibios ni llamados al sentido com\u00fan.
\nUna salida electoral negociada entre el r\u00e9gimen y la oposici\u00f3n seria lo m\u00e1s ideal y pac\u00edfico, si el primero estuviera dispuesto a retirarse de parcelas de poder que son determinantes en el ordenamiento del pa\u00eds. Para que se abra esta posibilidad, es necesario poner en crisis al sistema, mediante una efectiva presi\u00f3n derivada del poder de convocatoria en la base social, que obligue a que esas negociaciones sean en pie de igualdad.
\nPretender que la Asamblea Nacional del Poder Popular, preste atenci\u00f3n a propuestas desde la oposici\u00f3n, sin que estas est\u00e9n acompa\u00f1adas de la presi\u00f3n popular, es un ejercicio pol\u00edtico est\u00e9ril.
\nT\u00e9ngase en cuenta el papel que ha jugado el supuesto legislativo durante los \u00faltimos cuarenta a\u00f1os. Obs\u00e9rvese tambi\u00e9n el importante detalle de que el r\u00e9gimen se est\u00e1 preparando para modificar en la forma, pero no en el contenido, el ordenamiento del Estado.
\nEs un contrasentido pretender reformas legislativas o apostar a que una nueva Ley Electoral sea el chispazo de la transici\u00f3n, si esta no est\u00e1 precedida por la derogaci\u00f3n, en principio, del car\u00e1cter ideol\u00f3gico totalitario de la denominada Constituci\u00f3n Cubana de 1976. Las garant\u00edas jur\u00eddicas para la existencia y accionar de la oposici\u00f3n est\u00e1n coartadas por esa norma constitucional, en los art\u00edculos 3 y 62, que derivan en la Ley88\/1999 que tipifica la disensi\u00f3n pol\u00edtica como delito contra la seguridad nacional.
\nPor eso es imprescindible, primeramente, la despenalizaci\u00f3n de la oposici\u00f3n pol\u00edtica, antecedida por la efectiva independencia de los poderes, ejecutivo, legislativo y judicial, que se anule el control del CC del PCC en esas estructuras. Es vital el desmontaje de los mecanismos represivos, que act\u00faan para proteger los intereses de la elite y el r\u00e9gimen de partido \u00fanico.
\nLa legalizaci\u00f3n de los partidos pol\u00edticos, jur\u00eddicamente garantizada por una nueva Ley de Asociaciones. El acceso sin restricciones al espacio p\u00fablico como f\u00f3rmula de convocatoria popular, en paralelo con la posibilidad de llegar a los medios de difusi\u00f3n.
\nHasta ahora, el r\u00e9gimen ha anunciado solamente la promulgaci\u00f3n de una nueva Ley Electoral y el abandono de determinados cargos p\u00fablicos, por parte de la \u201celite militar hist\u00f3rica\u201d, en un proceso que concluir\u00eda en 2018 con la salida de Ra\u00fal Castro. Nada garantiza, hasta ahora, que este proceso involucre la apertura a un proceso democr\u00e1tico, salvo que el r\u00e9gimen se vea presionado a hacerlo.
\n En este sentido el caso de la transici\u00f3n en Birmania es un buen ejemplo. All\u00ed la oposici\u00f3n tiene los asientos en el legislativo, que fueron propiciados por la modificaci\u00f3n constitucional de 2008 y las elecciones de diciembre de 2015. Pero su influencia en las decisiones del ejecutivo civil, manejado por los militares, es m\u00ednima.
\nLa antigua elite castrense controla la econom\u00eda y mantiene intactos los mecanismos represivos.
\nLa internet es monitoreada, y quien desaf\u00eda cr\u00edticamente a los militares corre el riesgo de ser detenido. Hay libertad de prensa, pero esta no tiene capacidad para cuestionar a fondo la realidad nacional, marcada por constantes violaciones de las libertades fundamentales.
\nSin embargo, en Birmania, los cambios de \u00edndole legislativa estuvieron precedidos por cambios constitucionales. Los militares ofrecieron un marco jur\u00eddico a la oposici\u00f3n, para enmascarar su tr\u00e1nsito aparente a otro estatus de poder. Necesitaban el levantamiento de las sanciones internacionales y la bendici\u00f3n de EE.UU.
\nA los militares cubanos, esto \u00faltimo, les ha resultado mucho m\u00e1s sencillo de lograr que a los birmanos, gracias a una desafortunada combinaci\u00f3n de miop\u00edas, a cu\u00e1l m\u00e1s grande, del actual ejecutivo estadounidense y la Uni\u00f3n Europea. De esa manera, estos \u00faltimos apuestan a la err\u00f3nea creencia de que la gobernabilidad y las garant\u00edas para acuerdos econ\u00f3micos de calado estar\u00edan en buenas manos en un r\u00e9gimen autoritario, maquillado con ciertas formalidades democr\u00e1ticas.
\nEsa posible metamorfosis Castrista, a un autoritarismo electoralista en el 2018, pudiera estar orientada a renunciar, aparentemente, al mando absoluto del legislativo, pero conservando las riendas del Estado mediante el control de los niveles ejecutivo y judicial. Esta potestad, les permitir\u00eda manejar a su antojo los organismos armados del pa\u00eds y blindar jur\u00eddicamente su dominio de la econom\u00eda nacional.
\nEn este sentido, las modificaciones a nivel constitucional modificaran en la forma y no en el contenido al ejecutivo y el legislativo, para vender una imagen de transici\u00f3n hacia una \u201cdemocracia socialista m\u00e1s participativa\u201d. Una trampa pol\u00edtica que requiere de tiempo para ser armada, quiz\u00e1s dos a\u00f1os, incluso siete.
\nPero un pa\u00eds en ruinas no puede esperar ese tiempo para obtener respuestas sobre su futuro. La soluci\u00f3n m\u00e1s responsable, a lo que ya es un trauma que ha da\u00f1ado la naci\u00f3n, es el inmediato cambio hacia la democracia y el estado de derecho.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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