(Cuba al dente blog de Nocolás Águila en El Pais.com)
Muchos se preguntan qué diantres quiere decir ‘sats’. ¿Tendrá algo que ver con el SAT I y SAT II, las pruebas de ingreso al college en Estados Unidos? ¿Será acaso un acrónimo? Pues nada de eso. Aunque esté (indebidamente) escrito como una sigla, se trata de un término escandinavo, empleado en la antropología teatral, que significa “el punto de partida de la acción, el punto en que comienza el movimiento y, a su vez, la oposición del sentido en el cual se desarrolla la acción”. Un concepto, para mi gusto, bastante enrevesado y superferolítico.
El destacado opositor cubano, Antonio Rodiles, hace algún tiempo, explicaba en una entrevista cómo se decidió en el año 2010 por el nombrecito rebuscado de su think tank:
“Estábamos pensando en un nombre para el proyecto, y yo como físico me inclinaba por algo relacionado con la resonancia, algo que recogiera ese estado en que todos empiezan a mirar y a pensar en una dirección similar… Entonces Esther [la actriz Esther Cardoso] nos habló del Estado de SATS, término usado en el teatro para describir el momento previo a la salida del actor a escena. Es el instante en el que se concentra toda la energía para explotarla en el escenario, para concretar al fin, aquello por lo que éste ha venido preparándose durante mucho tiempo”.