El camino al infierno

Camilo Ernesto Olivera

Desde este martes 15 de marzo, entro en escena otro grupo de medidas del ejecutivo estadounidense que relajan el embargo en contra del régimen cubano. Una vez más, los argumentos para esta decisión, explicados por el Secretario del Tesoro Jack Lew y la Secretaria de Comercio Penny Pritzker, son la suma de la miopía y el desconocimiento.

En lo referido, específicamente, al manejo del dólar por nacionales cubanos, demuestran hasta donde el actual ejecutivo demócrata da la espalda a la realidad política y económica cubana.

Según se conoció, bajo las nuevas normas, ciudadanos cubanos tendrán la posibilidad de abrir y mantener cuentas en dólares en bancos estadounidenses. También cubanos presentes en EE. UU, y dotados con la visa en la categoría No Inmigrante, podrán acceder directamente a contratos en el mercado laboral estadounidense y regresar a la isla con los pagos resultantes.

Según palabras de la titular de Comercio norteña, estas nuevas medidas: “no solo amplían las oportunidades para la asociación económica entre el pueblo cubano y la comunidad empresarial estadounidense, sino que también mejorarán la vida de millones de ciudadanos de Cuba”.

En Cuba, ni los denominados “cuentapropistas” ni las personas naturales, tienen personalidad jurídica para abrir cuentas bancarias en el exterior. Mucho menos para realizar negocios con entidades extranjeras. La ley solamente reconoce esta prerrogativa a las empresas bajo control de la dictadura. En este sentido, el Castrismo no ha modificado regulaciones que lo hacen exclusivo depositario del movimiento de capitales o negocios.

La reciente Ley de Inversiones Extranjeras del régimen, es un claro ejemplo de discriminación, en contra de esos millones de cubanos que el ejecutivo demócrata pretende “empoderar” con estas medidas.

Los verdaderos beneficiarios

Según se anunció, artistas y deportistas cubanos, con visa de no inmigrante, estarán entre los que podrán realizar contratos en Estados Unidos y cobrar dividendos de forma legal. Estos podrían evitar la subcontratación de empresas cubanas como intermediarias para este fin.

Las autoridades estadounidenses parecen olvidar el acápite de la Ley Migratoria Cubana (Decreto Ley 302/ 2012) y sus decretos regulatorios 305 y 306. Estos limitan la salida, por “motivos de interés público” de profesionales cubanos.

Además, el régimen tiene la opción de gravar onerosamente las ganancias, transferidas a la isla desde EE. UU, por quienes sean contratados de tal modo que no necesitara de una agencia intermediaria para explotarlos. La Ley Tributaria contempla lo referido a las ganancias obtenidas, por personas naturales en el exterior. Estipula que, a partir de 2000 dólares en adelante, el régimen les aplica como impuesto el 50 %.

Además, hasta el momento, las autoridades del Banco Central de Cuba no han dado a conocer ninguna modificación que derogue el, tristemente célebre, 10 % de descuento que impone a las transacciones con el dólar dentro de la isla.

Precisamente, estas medidas del ejecutivo estadounidense propiciaran el acceso y manejo, por parte del régimen cubano, de activos bancarios en dólares congelados en bancos estadounidenses desde 1961. Esta fue una de las primeras consecuencias que enfrento el Castrismo, a partir de la intervención de propiedades estadounidenses en la isla.

Por otra parte, y como principales beneficiarios estarán, en primera fila, las empresas pertenecientes a la elite militar cubana. Contrario a lo que creen, o quieren creer, en el actual gobierno demócrata, los dividendos generados por estas son para el sostenimiento del aparato represivo del régimen.
Otros favorecidos, serán los vástagos de miembros importantes de la nomenclatura castrista que actualmente residen en la Unión Americana. Durante décadas sus padres acumularon miles, quizás millones, de dólares en cuentas bancarias como resultado del tráfico de armas, drogas y las misiones militares.

Las nuevas facilidades, permitirán a estos chicos blanquear activos en compañía de los ahijados de sus padres, los jerarcas de las colombianas FARC, a quienes curiosamente nadie les ha pedido cuentas por las décadas de acumulación monetaria como resultado del tráfico de drogas.
La oligarquía neo castrista tendrá a su favor los mecanismos bancarios estadounidenses, a imagen y semejanza de los denominados ¨Boligarcas¨ venezolanos.

Según parece, en estos casos, la OFAC mirara para otro lado.
Mientras tanto, la ofensiva en contra de los transportistas privados, y la represión sobre otros sectores de la economía no estatal, se recrudece a medida que se acerca la fecha del 20 de marzo. La intención del Castrismo, es mostrarle a Obama un país que no existe. Y el presidente parece estar dispuesto a compartir esta visión.

Una vez más, el camino del infierno cubano, aparece empedrado con estas ¨buenas intenciones¨, en forma de nuevas medidas, del actual ejecutivo demócrata.